Los errores de Riot Games a lo largo de la historia de League of Legends han sido múltiples. Sin embargo, la desarrolladora siempre había tenido una cualidad redentora: tan rápidos eran para meterse en un lío como rápidos estaban para solucionarlos. Rara vez le ha temblado el pulso a la compañía, que no ha dudado en tomar medidas experimentales de vez en cuando para probar los límites de sus sistemas o llevar a cabo nerfs extremadamente impopulares por el simple hecho de que consideraban que era lo mejor.
Un campeón injugable que Riot no quiere mejorar
Sin embargo, Riot no está haciendo honor a su buena fama en el caso de Lillia. Debido a un nerf que ya parecía mala idea cuando se introdujo, esta cervatilla alegre y letárgica a partes iguales se ha convertido en el peor campeón del juego. No hay demasiados paliativos para describir la situación: tiene la peor tasa de victorias, es extremadamente impopular e incluso ha perdido toda la prioridad que recibía en el juego competitivo.
Teniendo en cuenta todos los rangos de juego, la campeona acumula un 44,91 de tasa de victorias y una presencia acumulada en las fases de selección (sumando picks y banns) del 1,6%. Ni siquiera sus otrora buenas sensaciones en los rangos más altos sirven para redimirla ahora: de Máster para arriba sigue siendo la peor (46,48%) y si ponemos el criterio en la tabla clasificatoria de Challenger, ni siquiera se acumulan suficientes registros estadísticos para determinar su rendimiento.
El único argumento que queda para justificar que en el estado actual Lillia no haya recibido cambios inmediatos que aumenten su rendimiento es la presencia competitiva. Sin embargo, desde Riot Games han decidido agarrarse a un clavo ardiente para respaldarse en las propias normas de ajustes de League of Legends. En el pasado MSI 2021 el campeón tuvo una presencia del 8,6% que se justificó con cuatro selecciones y tres baneos. La traducción rápida es la siguiente: Riot Games no ha mejorado al campeón porque estuvo presente en tres partidos más de los que debía durante la competición.
Ese no es el único motivo, pero si hubiera forzado a la desarrolladora a llevar a cabo cambios conforme a sus reglas. No todos los campeones que reciben mejoras han de ajustarse al criterio de la compañía y si todavía no han cambiado a Lillia es probablemente porque no saben qué hacer con ella. Aunque está claro que revertir el duro nerf que sufrió en la definitiva sería un buen primer paso. Sabiendo que esto no sucederá en el próximo parche, ¿cuánto tiempo más hará esperar Riot a los jugadores de este particular campeón?