Uno de los mayores cambios que recibió League of Legends con la introducción del parche 11.9 fueron los nerfs ha Hecarim. El campeón se había convertido en uno de los más problemáticos del juego debido a su excesiva capacidad para sacar partido del Quimiotanque Turbo y desde Riot Games al fin se pusieron serios tomando medidas de urgencia que acabasen con su dominio en el metajuego de la jungla. La situación no era para menos, ya que se había convertido en uno de los personajes más jugados, baneados y con mayor tasa de victorias. Incluso en competitivo, alcanzó una presencia media del 96,5% en los últimos parches del año.
El objetivo de los cambios a Hecarim
Lo primero es refrescar la memoria. En el contexto de la última actualización, el equipo de ajuste de campeones en League of Legends aclaró que los cambios a Hecarim tenían varios objetivos:
- Disminuir su tasa de baneos
- Aumentar la diversidad de objetos
- Dar más incentivos a la construcción de daño y reducir sus capacidades básicas
El claro objetivo de Riot Games era que el poni pisador solo fuera una amenaza directa basada en el daño gracias a la construcción de objetos, reduciendo su capacidad alquímica para ganar puntos en esta estadística gracias a la velocidad de movimiento. El cambio parecía inteligente, permitiendo que el campeón pudiera jugarse con las clásicas construcciones basadas en los ítems construidos con el brillo (Fuerza de la Trinidad y Desgarrador Divino).
¿Qué ha pasado con Hecarim tras el último parche?
Hecarim se ha convertido en el cuarto peor campeón del juego en función a su tasa de victorias, quedándose en un discreto 46,18% después de los cambios, lo que supone un descenso de algo más del 6% con respecto a los estándares en los que solía moverse el personaje en el último parche. Un descenso que ha ido acompañado de la reducción en el número de bloqueos, que sigue siendo alta (26%) y una mayor diversidad en sus construcciones de objetos.
En cierto modo, Riot Games ha cumplido algunos de sus objetivos, pero parece haber reducido demasiado el poder del personaje. No obstante, entran en juego dos procesos fundamentales. En primer lugar, la desarrolladora ya ha mostrado en varias ocasiones su tendencia a llevar a cabo cambios radicales con personajes que no son capaces de equilibrar para, a partir de ese momento, empezar a ajustarlos en positivo. Además, los campeones que sufren modificaciones tan agresivas sufren un proceso similar al de los nuevos campeones y, aunque no de forma tan notable, aumentan su tasa de victorias de forma progresiva. Así fue en el caso de Samira.
Los jugadores de League of Legends y sus costumbres
Es evidente que Hecarim no está en su mejor momento, pero los datos también muestran una tendencia algo problemática. Riot Games aseguró en las notas del parche que quería evitar las construcciones más tanque en el campeón. En términos prácticos, esto suponía eliminar el Quimiotanque Turbo de la hoja de ruta del caballo. Sin embargo, la comunidad se ha esforzado en desmentir esta norma del uno más uno insistiendo en su construcción.
Aunque ningún objeto parece ser suficiente para hacer que el campeón brille como hace apenas unas semanas, la mayor parte de los jugadores (55%) sigue apostando por el ítem de velocidad de movimiento aunque se haya demostrado como una alternativa subóptima. Esta tendencia se ha visto reafirmada por la increíble cantidad de bloqueos que sigue recibiendo el personaje: es el octavo campeón en lo que va de parche con respecto a este registro.
De momento, parece que los días de gloria de Hecarim han acabado en League of Legends. Sin embargo, para que notemos los efectos del parche completamente, habrá que dar a los jugadores un periodo de adaptación en el que abandonen sus costumbres.