Hay jugadas en CS:GO que la única alternativa que nos dejan es la de comenzar a creer en los milagros. Movimientos improbables en los que la suerte parece ponerse del lado de un equipo para que pueda anotarse un tanto extra en el marcador de una serie y que premian los intentos más extravagantes. Jugadas que, de darse en el contexto apropiado, pasan a la historia del juego y quedan inmortalizadas para siempre con Valve.
En los playoffs de ESEA Premier en Norteamérica hemos tenido la oportunidad de vivir uno de esos momentos. En un partido que ya se había ido a su sexta prórroga y cuando todo hacía presagiar la derrota de RBG Esports, toda la magia del Counter-Strike se puso del lado de uno de sus jugadores. Jerric “wiz” Jiang buscó una solución desesperada y vaya si la encontró: una bala que fue suficiente para acabar con dos rivales y que encajó en ambos mientas saltaba y sin siquiera esforzarse en apuntar con su AWP.
Conectar una bala mientras saltamos, incluso si conseguimos disparar en el momento más alto del movimiento para mejorar la precisión, es prácticamente imposible. Eso, sin siquiera calcular la probabilidad de que la trayectoria sea la perfecta para conectar con dos jugadores que ni siquiera estaban perfectamente alineados.
La comunidad, rápidamente ha comparado este tiro con uno de los que Coldzera consiguió conectar sobre sus rivales en una de las jugadas históricas de la competición de CS:GO. Podría haber sido el caso si al menos hubiera podido repetir el tiro contra el último enemigo. Intenta el gesto el bueno de wiz, pero no todos los días son fiesta.
Lo curioso es que esta demostración de poder no fue suficiente como para que RBG Esports se llevara el mapa y, en la séptima prórroga, acabaron perdiendo cuatro rondas consecutivas. Tampoco importó mucho para el conjunto norteamericano, que cerró una serie larguísima ganando el Nuke decisivo.