League of Legends es un juego cuya experiencia quedó definida por pequeños detalles. Aspectos como el ángulo de cámara, las dimensiones de la Grieta del Invocador o la división del mapa en dos mitades asimétricas han sido las claves del éxito de un título que ha pasado más de una década a nuestro lado y que no parece que nos vaya a abandonar pronto. Son aspectos en los que rara vez nos detenemos, y que entre tanta obviedad pasan casi desapercibidos.
Este último, el de la asimetría, es el que ha dado lugar a discusiones sobre cuál de los dos lados es mejor en una partida. Sin embargo, también ha creado un elemento prácticamente que define el juego: la estructura de posiciones. Un punto de partida táctico extremadamente rígido en el que se determinó que un campeón iría al carril superior, uno al central, otro a la jungla y una dupla de personajes ocuparía la zona inferior del mapa.
Esta dupla, formada tradicionalmente por tirador y apoyo, es la que aporta más posibilidades. No en vano, muchas de las construcciones contra el metajuego se han construido alrededor de esta zona del mapa. Combinaciones, como las de los magos en el carril inferior, que en ocasiones han incluso llegado a las partidas competitivas de League of Legends para convertirse en la forma óptima de jugar durante largos periodos de tiempo.
Sin embargo, esta situación también nos permite disfrutar de la potencia acumulada de dos personajes que, sin ser óptimos, sí pueden sorprender en una partida determinada con una combinación de habilidades inesperada. Lo que se conoce como un “cheese” que puede funcionar en un momento determinado al coger por sorpresa al rival. Un ejemplo perfecto es el que os traemos ahora mismo con una combinación que, aunque parece inofensiva, se muestra sorprendentemente efectiva: Ivern y Maokai.
Puede que por separado los dos personajes sean prácticamente inútiles en términos de acabar con los enemigos o ejercer un rol de carry. Sin embargo, juntos pueden sacarle partido a su interacción con los arbustos y hacer de la fase de líneas un verdadero infierno para el equipo enemigo, como sucede en la jugada que acabáis de ver. Una forma original y creativa de sacarle partido a dos de las mecánicas más exclusivas de todo League of Legends.
Además de Ivern y Maokai, solo cinco campeones son capaces de interactuar directamente con los arbustos: Caitlyn (A la cabeza), Nidalee (Acecho), Rengar (Depredador invisible), Qiyana (Terraformar) y Teemo (Guerra de guerrillas).
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