League of Legends sigue, en su estrategia de desarrollo, una máxima que invita a probar todo tipo de ideas por muy descabelladas que sean. Puede que en primera instancia acaben creando algunas monstruosidades, pero el objetivo de la desarrolladora es sacar cosas en claro para seguir llevando a cabo cambios que acaben generando una experiencia final lo más satisfactoria posible. La mayoría de los más arriesgados, claro, nunca acaban llegando a las fases finales de prueba.
A lo largo de la historia del juego han sido muchas las brutalidades que finalmente fueron eliminadas. Por ejemplo, Olaf podría haber tenido una pasiva que trajera el mismísimo fin del mundo a la Grieta del Invocador en un rework que jamás llego a ejecutarse. Sin embargo, anécdotas como estas hay cientos y rara vez vemos a Riot Games desechando sus creaciones. Normalmente, lo que sucede es que se aprovechan realizando algunos cambios o en otros personajes.
Uno de los desarrolladores de campeones principales, Riot August, ha contado cuál fue una de las habilidades más poderosas que podrían haber visto la luz. Se trata de la pasiva de Ekko, Resonancia Z. En la actualidad muchos jugadores se quejan de ella por su capacidad para realizar intercambios favorables mediante tres ataques. Sin embargo, fue mucho peor durante el comienzo del desarrollo.
Básicamente, la habilidad mantenía parte de sus funciones actuales, pero a lo bruto. Ekko robaba el 50% de la velocidad de movimiento del rival, lo que lo hacía todavía más destructivo (en la actualidad simplemente la gana, sin quitársela a nadie). Sin embargo, lo que verdaderamente llama la atención son los efectos adicionales a los que ahora conocemos. La tercera marca de la pasiva iba a, además de aplicar el efecto de robo de velocidad y daño, teletransportarnos a un objetivo próximo en pantalla y curar el 30% de la vida perdida en los últimos 4 segundos.
El resultado era una bestia incontrolable que pudimos llegar a ver en Teamfight Tactics. Al menos, su versión en el set galaxias (de coste máximo) tenía unos efectos similares y estaba completamente rota durante los primeros parches de aquella expansión. En el League of Legends convencional, todavía podías encontrar la contrapartida de la aleatoriedad y, aun así, un pasiva de este estilo merecería la pena casi todo el tiempo. Eso sí ¿te imaginas estar peleando en el carril central y acabar delante de un Kha’Zix que tranquilamente se hace un campamento de la jungla? Pues era perfectamente posible.
Afortunadamente, este tipo de cambios nunca llegan a ver la luz en League of Legends. Sin embargo, hay que reconocer que pagaríamos por poder estar en las pruebas jugables de la desarrolladora para probarlos al menos una vez.
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