El que avisa no es traidor. En el día de ayer, unas horas después de que se aplicara el parche 11.6 a League of Legends, os comentamos un cambio que podía haber pasado inadvertido. Nos referimos al retoque al daño emitido y recibido por parte de Akali en el modo ARAM, que le hacía el mejor campeón en base a estos cambios para el Abismo de los Lamentos y que le iba a hacer tremendamente peligrosa en él.
Es cierto que tenía varios cambios importantes, de hecho un mini-rework. Akali es distinta y podría parecer que los jugadores ahora necesitarán algo de habilidad y un poco de tiempo para volver a tener buenos resultados con ella... Al menos en la Grieta del Invocador. La realidad es que eso puede ser verdad en ese mapa, pero no en el Abismo de los Lamentos según los datos que manejamos.
El cambio aplicado a Akali era tan fuerte como poco sutil: un +20% de daño realizado y un -20% de daño recibido que le colocaba como el personaje más alterado con respecto a otros modos de juego por estos cambios de balance. Mientras Akali tiene un 48.17% de porcentaje de victorias en SoloQ, su porcentaje de victoria en ARAM escala hasta el 54%, como poco. Si tenemos en cuenta que los campeones con grandes cambios suelen ir mejorando su porcentaje a medida de que los jugadores vayan acostumbrándose a su nuevo rostro, puede que tengamos un problema con Akali en ARAM.
Es evidente que en ARAM hay algo menos de equilibrio que en la Grieta del Invocador, con campeones con un porcentaje de victoria abusivo y otros bastante inútiles. Sin embargo, lo peor de esta Akali parecen ser las sensaciones. Un poco más de daño puede compensar sus debilidades en el mapa, pero un +20% hace que un par de golpes de sus habilidades sean muchísimo más potentes de lo que deberíamos esperar según sus objetos.
Para algunos jugadores, se trata de una versión AP de Maestro Yi: si no tienes control de masas reservado para ella, se hará la pentakill.