Counter-Strike es un título que apenas recibe ajustes de equilibrio. Pasan los años y no suele haber grandes modificaciones en el metajuego debido a ajustes a las armas. Salvo alguna que otra excepción, Valve suele apostar por mantener la estabilidad en el título más que por dar variedad innecesaria a un sistema que ya funciona bien. Sin embargo, esta estrategia de la desarrolladora no evita que incluso años después de una actualización sigan revelándose algunos secretos.
Gracias al entrenamiento de un jugador, hemos podido resolver el misterio de una de las armas menos utilizadas del juego: la escopeta Nova. Puede que no tenga demasiada utilidad más allá de ser la solución en algunas rondas económicas del juego, pero a partir de ahora este arma podría convertirse en una de las mejores opciones para los jugadores que la sepan utilizar. ¿El motivo? Su sorprendente funcionamiento a distancias medias si sabemos a dónde apuntar exactamente.
Puede que en CS:GO la respuesta siempre sea “apuntar a la cabeza”, pero con este arma hay que ser algo más precisos. Debido a la expansión de sus perdigones, siempre con el mismo patrón, si ponemos la mira en la parte derecha del cráneo del rival (desde nuestra perspectiva en primera persona) acabaremos con ellos a distancias sorprendentemente largas. Superiores, prácticamente, a las de cualquier otro arma de la categoría en el juego.
Lo curioso no es solo el cómo funciona la Nova. Más destacado es que este cambio lleva introducido desde la actualización de las escopetas introducida en Navidad de 2017. Una modificación a la que no prestamos la debida atención y que convierte esta inesperada arma en una de las mejores alternativas en cuanto a escopetas de todo el juego. Dispara un buen número de proyectiles con escasa separación, haciendo que sea posible apuntando de esta forma conectar unos seis sobre la cabeza del rival.
Quizás sea el momento de darle una oportunidad a una de las armas más denostadas de todo CS:GO.
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