League of Legends es un juego basado en el desequilibrio. El mero hecho de que cada campeón asuma un rol único durante el transcurso de una partida imposibilita desde un plano teórico la igualdad completa. Siempre habrá posiciones que cuentan con determinadas fortalezas de las que otras carecen y los jugadores se las ingeniarán para diseñar una estrategia capaz de explotarla para poder ganar con mayor facilidad. En cierto modo, esa es la base del juego y el marco en el que se mueven todos los ajustes de poder.
Desde la desarrolladora tratan de moderar toda esta lucha de fuerzas para evitar que haya roles que predominen sobre otros. Es el caso de la jungla, que recibirá nerfs en el próximo parche después de llevar varios años siendo la posición con más posibilidades de decantar la balanza en la Grieta del Invocador. Desde Riot, aseguran que no buscan que en League of Legends haya “paridad exacta en todos los puntos de la partida”, si no “curvas de poder únicas que generen ventajas y desventajas en diferentes momentos y abran un mayor rango de posibilidades y decisiones estratégicas a considerar”.
Desde la desarrolladora lo explican con el que, a buen seguro, es el ejemplo más evidente del juego. Un support pierde en combate singular ante un mid laner, al menos en el 99% de las veces. Sin embargo, los apoyos llenan el campo de batalla con visión y cuentan con kits de habilidades únicos que se convierten su utilidad en un elemento crítico para poder ganar la partida. En palabras de Riot: “un poder de combate inferior, pero mayores capacidades estratégicas”.
A partir de aquí y volviendo a la pregunta de la comunidad, la desarrolladora aprovecha estas bases para explicar el problema de los tiradores. En primer lugar, reconocen que durante un tiempo habían cometido el error de hacer que su curva de poder tuviera una preocupante tendencia hacia el juego tardío que no se ajustaba a la realidad de League of Legends. Algo que han solucionado dándoles un sistema de escalado que se sigue pronunciando hacia el final de las partidas, pero que comienza a funcionar mucho antes.
El problema está, por tanto, en la decisión de cuáles deben ser las fortalezas de estos personajes. La fortaleza de los tiradores es la capacidad de daño por segundo y las debilidades son la falta de autosuficiencia y la exigencia en el juego posicional. Una lucha de poder que define la posición y que parte del desequilibrio como base. La cuestión es ¿lo aceptarán los jugadores de League of Legends?