Seraphine ha sido una de las campeonas más difíciles de ajustar de todo League of Legends. El personaje debutó entre polémica y estaba pensada para convertirse en una carrilera central icónica. Sin embargo, el paso del tiempo ha hecho que este personaje se establezca como apoyo en el carril inferior sin que parezca que desde Riot Games sepan poner remedio a la situación para tratar de repartir un poco más su presencia a lo largo de la Grieta del Invocador.
Desde su lanzamiento en la pasada versión 10.22, la campeona ha recibido cambios en un total de tres parches con la intención de que su presencia destace en el carril central. Sin embargo, su tasa de aparición en esa calle nunca ha superado el 17,5% logrado durante el 10.25. Una situación que tras los últimos cambios parece agravarse más, ya que con 3.397 partidas de muestra desde que entró la última actualización de League of Legends, el ratio de aparición en mid lane se ha reducido hasta el 13,3%. Una estadística que se reduce a menos del 10% en caso de que tengamos en cuenta todos los rangos y no solo las ligas Platino o superior.
Los últimos cambios que recibió Seraphine parecen la muestra definitiva de que Riot ha tirado la toalla para darle la razón a la comunidad. Reducen sustancialmente el poder de la campeona por sí misma reduciendo ostensiblemente el daño que realiza con la pasiva y su capacidad para autoprotegerse con el escudo. Dos de sus valores más importantes en la zona central del mapa que también la hacían una de las mejores campeonas de soporte del metajuego. Un remedio algo perezoso que, para muchos jugadores, no ataca a la verdadera fortaleza de este personaje en la posición de apoyo.
Si en el caso de Lillia su clave en cuanto ajuste es el kit de habilidades, en el caso de esta cantante de la Grieta estamos hablando de una situación antagónica. League of Legends son números, pero que la estrategia no nos engañe: más allá de toda estadística está la consistencia jugable. Un diseño que debe ir en la misma dirección con fortalezas y debilidades marcadas como un conjunto y no como elementos aislados. No es difícil ver cual es la gran fortaleza de Seraphine, ni por qué la campeona se va a jugar hasta que sus números sean ridículamente bajos.
La definitiva de la campeona es una de las más poderosas de todo League of Legends. Puede cambiar una partida y hace justicia a la comparación inicial: una ultimate de Sona capaz de estirarse tras cada impacto para dar lugar a combos espectaculares y un control demasiado pronunciado del campo de batalla. Mientras sea jugable, se jugará para no renunciar a este seguro de vida. Es el poder desatado de esta habilidad la que le retendrá para siempre en el carril inferior. Es el metajuego, amigo.