Movistar Riders iba de decepción en decepción en los últimos meses. Parecía que el conjunto había tocado techo tras un Road to Rio espectacular en el que fueron capaces de llevarse por delante a algunos de los mejores equipos del mundo. Un pico desde el que comenzaron a bajar puestos en el ranking a ritmo imparable. Desde julio, con un ignominoso descenso de por medio, no aparecían en el top 30 de HLTV, una situación que se corrigió gracias a un mes de enero espectacular.
El motivo de este resurgir tiene nombres, apellidos y hasta pseudónimo. Owen Butterfield “smooya” se unió al equipo a comienzos de año en calidad de sustituto para ocupar el puesto que dejaba Larsen en la posición de AWP. El danés llegó como una apuesta arriesgada de una siempre prolífica cantera que no acabó de encontrar su lugar en el conjunto. Su contrato no fue renovado la entidad azulona.
Desde que se incorporó el bueno de smooya, el equipo ha estado viviendo una luna de miel que parece imperecedera. Victorias en la One Tap League y el WGR European Challenge que hace que se conviertan en los reyes de la península por encima de un sAw que parecía el único candidato a reinar en territorio internacional. Además, el equipo ganó su plaza al play-in de la IEM de Katowice que se disputará los próximos días 16 y 17 de febrero.
Con smooya, Movistar Riders ha sido capaz de desafiar de nuevo a los equipos de segunda fila en Europa y prepara un nuevo asalto a las más altas instancias del Counter-Strike. Una apuesta a doble o nada por un jugador que ya ha demostrado su adaptación al club y que a sus 21 años cuenta con recorrido internacional de la mano de equipos como BIG o Chaos Esports. Especialmente destacada su estancia con Berlin International Gaming, donde descubrió lo que era jugar un Major y llegó hasta las semifinales.
Comienza un nuevo arco en la sensacional trama del conjunto español. Una redención que afecta por igual a un jugador con la imperiosa necesidad de relanzar su carrera y a un equipo que necesita volver a convertirse en la punta de lanza del CS:GO peninsular. Es el momento de volver a abrir camino al resto de organizaciones, y demostrar que a la escena competitiva de este país todavía le queda mucho por decir.