El primer y mayor error de Activision con Call of Duty: Warzone fue lanzarlo sin pensar en el problema que podrían causar los tramposos en un battle royale. La desarrolladora pecó de falta de previsión y no dotó al juego de ningún sistema que filtrara a los jugadores, permitiendo que con apenas unos dólares y una búsqueda en Google de dos minutos tengamos suficiente como para empezar a sembrar el terror por todo Verdansk.
La situación se convirtió desde un primer momento en la principal preocupación de la comunidad, y no ha mejorado demasiado con el tiempo. Tras cada oleada de sanciones los tramposos vuelven, generando ya una psicosis generalizada entre los jugadores, que no dudan en acusar de tramposos a sus rivales cuando hacen una buena jugada. Así, le quitan todo el mérito a lo que puedan conseguir los enemigos como si nadie más que ellos fuera capaz de jugar bien.
Es una reacción natural y para nada culpa del que acusa. Sin embargo, nos ha dejado uno de los momentos más extraños de Warzone, con un jugador que fue acusado por un streamer de hacer trampas cuando ganó en el gulag de una forma bastante espectacular.
Como vemos en la jugada, el rival de este streamer consigue conectar todas las balas sobre él, mandándolo de vuelta al menú principal por la vía rápida y ganándose una acusación de hacker por el camino. Sin embargo, comentaba tras subir la jugada a Reddit que esta es su forma de afrontar el nuevo gulag asimétrico para tratar de ganarlo: “si tengo el lado sin coche, salto para apartarlos de él. Siempre acabas con ellos, das unas cuantas balas para ir con ventaja o sabes que se han quedado en la zona de reaparición”, afirmaba el jugador.
Es normal que al encontrar jugadores habilidosos a los que además les sonríe la fortuna nos llevemos las manos a la cabeza pensando en tramposos. Sin embargo, hay que recordar que los hackers son una minoría en cualquier juego, por mucha repercusión que puedan tener en las partidas.
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