Tras más de un año intentándolo, parecía que Riot Games al fin había sido capaz de implementar el modo Clash en League of Legends. Edición tras edición, los torneos del cliente de juego se desarrollaron con normalidad sin más que lamentar que unos cuantos bugs durante determinadas fases. Sin embargo, la tranquilidad se fue al traste con la caída de los servidores que experimentaron todos los juegos de la desarrolladora el pasado fin de semana.
La caída afectó a todo la Europa geográfica por igual. Rusia y Turquía acompañaron a la zona oriental y occidental en una tarde que ahora amerita las disculpas de Riot Games. El perdón de la desarrolladora es tanto por la caída en sí como por el apagón comunicativo que mantuvieron durante los problemas del servicio, en los que solo uno de los trabajadores de la compañía, Kails, dio la cara desde su perfil personal de Twitter tratando de aportar la información con la que contaba.
La comunidad no parece dispuesta a perdonar y menos tras unas disculpas que llegan casi dos días tarde y que no ofrece más recompensa que la devolución de los tickets de Clash. Es una vieja petición a la desarrolladora que ponga como tradición dar recompensas por su errores, pero la insistencia nunca ha dado demasiados frutos en esta materia y difícil sería que tras resistir estoicamente en decenas de ocasiones durante las épocas más grises, ahora cedieran a la presión de la comunidad de League of Legends.
En cualquier caso, habrá que ver si de cara a la edición de Clash todo estará listo para disfrutar del torneo sin demasiados vaivenes. Parecía que desde Riot ya tenían el modo de juego dominado, pero parece que alguno de los últimos cambios ha desajustado el siempre complejo equilibrio del delicado servidor de juego. De momento, habrá un nuevo torneo de League of Legends el próximo día 20 de febrero, y habrá que ver si todo sale como debe.