Uno de los propósitos iniciales de Riot Games con VALORANT era el de acabar con los tramposos. La desarrolladora anotó esta tarea como uno de sus grandes compromisos con la comunidad de cara al lanzamiento del juego. Una propuesta de lo más ambiciosa que supone librar una batalla que nunca acaba contra los creadores de hacks y en la que la compañía ha asestado un duro golpe después de llevarse por delante a dos de los mayores proveedores de este tipo de sistemas.
Si hace poco sabíamos que Riot Games emprenderá acciones legales de la mano de Bungie (Destiny 2) para llevarse por delante una página de trampas, ahora la comunidad ha aportado pruebas de una detección masiva de Vanguard de dos de los proveedores más populares de estos servicios. Acumulaban más de 4500 usuarios entre ambos que, en la misma dirección que lo apuntado en la acusación a GatorCheats, pagaban entre 90 y 600 dólares mensuales de suscripción.
Además, según indican las capturas de las conversaciones privadas de los servidores de Discord y los foros donde se reunían los usuarios, la acción legal contra la competencia habría provocado el cierre de algunas páginas de lo más fructíferas en cuanto a la producción y difusión de trampas. La mayoría no quiere enfrentar litigios en su contra y ha visto que la desarrolladora está más que dispuesta a tomarse el asunto muy en serio.
La batalla contra los tramposos está lejos de acabar y esto solo supone la victoria de Riot en una batalla que VALORANT seguirá librando a lo largo de toda su historia. Los tramposos acabarán volviendo inevitablemente como sucede en la práctica totalidad de los juegos. Sin embargo, ver que desde la compañía invierten tantos esfuerzos en tomarse la situación en serio es una de las mejores noticias que podría recibir cualquier jugador habitual del shooter táctico.