Una de las particularidades de CS:GO como deporte electrónico es el cambio cíclico que sufre en la rotación de mapas. Cada cierto tiempo, Valve decide retirar unos cuantos escenarios para revisarlos y cambiarlos en la medida que sea necesaria. Algo que mientras dura este proceso de chapa y pintura soluciona añadiendo otros nuevos para que el número se mantenga siempre en siete entornos bien diferenciados.
Con algunas excepciones, estos cambios suelen sentar bien al juego. A veces hay que realizar ajustes extra para que los nuevos mapas acaben de encajar, como fue el caso de Vertigo, pero aportan la frescura necesaria a un deporte electrónico que se mantendría de lo contrario demasiado estático. Sin embargo, parece que desde la desarrolladora se han relajado demasiado a este respecto.
El último cambio en la rotación de mapas competitivos tuvo lugar en marzo del pasado año 2019, cuando entró en juego el ya mencionado Vertigo. Un rascacielos que llegó para sustituir a Cache. La decisión no fue nada fácil, pero ha ido ganando adeptos con el tiempo que ahora se encuentran con que llevamos demasiado tiempo sin recibir cambios y que mapas como el propio Cache o Cobblestone que ya tienen sus reworks terminados no terminan de dar el paso y asentarse en la competición.
A excepción de en España, el competitivo de CS:GO sigue funcionando de forma más que solvente. Aun así, muchos de los agentes relacionados con la escena de deportes electrónicos quieren adelantarse a las necesidades futuras y ya empiezan a sugerir con fuerza la necesidad de un cambio en la rotación de mapas o incluso que se amplíe el número de escenarios disponibles en el circuito competitivo hasta los 10 para que haya un poco más de variedad entre las partidas.
De momento, solo queda esperar a que desde Valve decidan mover ficha de cara a la Temporada 2021.