El Counter-Strike parece ir de un disgusto a otro en lo referido a competición durante este año. El título continúa de polémica en polémica tras confirmarse el escándalo que supuso el abuso de un bug por parte de decenas de entrenadores y los amaños de partidos en Australia que bien podrían acabar con unos cuantos jugadores entre rejas.
Vuelve a sonar la misma canción, de ritmo conocido y letra desagradable. De nuevo son trampas y otra vez en los máximos estamentos competitivos. Repiten sistema hasta dejarnos sin sinónimos ante la reiteración constante: atropello y fuga hacia la integridad competitiva de un shooter que ha sido más machacado que nunca y que necesita una renovación profunda tras un año para olvidar.
En esta ocasión hablamos de un método mucho más sutil, pero que replica la actitud de que todo vale para ganar una partida. La ESIC (Comisión para la Integridad de los Esports) se ha visto superada tras una investigación en la que han determinado que el stream sniping, la práctica que consiste en ver una retransmisión en directo de la competición que estás jugando para obtener ventajas, se ha realizado de forma “extendida” en los partidos en línea de los equipos "tier 1".
La organización, tratando de ser consecuente con sus decisiones pasadas, tuvo en mente una nueva oleada de sanciones para todos los implicados: jugadores, entrenadores y hasta equipos enteros. Sin embargo, se toparon con varias problemáticas que exponen en su comunicado al respecto: los recursos limitados para otra investigación megalómana y las dificultades para obtener pruebas “más allá de toda duda razonable”.
Además de las mencionadas, también señalaron que las consecuencias serían muy duras para el daño no tan elevado efectuado a la integridad competitiva y que los declarados culpables solo lo serían por tener un contexto negativo en que se pudiera probar, mientras que muchos otros “se escaparían por pura suerte”.
La ESIC ha tomado la determinación de trazar una línea que comienza ya y a partir de la cual caerá la mayor sanción posible a cualquier equipo que se siga burlando de la integridad competitiva para obtener ventajas. Aun así, el cúmulo de circunstancias de todo este año 2020 invita a una profunda reflexión en la escena competitiva de Counter-Strike. Parece claro, eso sí, que hay equipos que piensan que para ganar vale todo, y nada más lejos de la realidad.