Desde el lanzamiento de la pretemporada ha habido quejas sobre el desempeño de los tiradores en League of Legends. Sin embargo, el problema no está en los propios ADC, si no en los objetos que se construyen. El impacto crítico es la causa principal de que apenas sean viables, como han demostrado las tasas de victorias de Tryndamere, Yasuo y Yone y los ítems que ahora prefieren estos tres campeones históricamente basados en esta mecánica azarosa.
De cara a la próxima versión de League of Legends, que será la 10.25 que ya está en el PBE aunque todavía sin los cambios detallados, la situación parece destinada a mejorar de forma ostensible gracias a una nueva mejora a todos los objetos de los tiradores basados en el crítico. Sin embargo, entre unas notas del parche prometedoras se cuelan también dos cambios que, a priori, parecen mucho menos afortunados: la reducción de poder a Jhin y el nerf generalizado a los ítems de letalidad para campeones a distancia
Es cierto que Jhin se ha convertido en uno de los campeones más poderosos del juego y es un verdadero “outlier” como ADC. Es decir, sobrepasa a todos los demás personajes por mucho y hasta es capaz de hacer parecer que la posición está más fuerte que nunca. Sin embargo, los cambios parecen precipitados. El nerf a los objetos de letalidad a distancia no solo va a afectar a la construcción del tirador, si no que va a dejar a Senna en muy mala posición y casi sin opciones alternativas.
Además y lo que es más preocupante, confirma la tendencia de Riot de cambiar a campeones cuyo rendimiento es poco menos que imprevisible. Lo hizo con Amumu mediante un hotfix y lo vuelve hacer, esta vez en un parche con Jhin. El problema con respecto a esta estrategia de equilibrio es saber qué pasará con los campeones cuando los objetos lleguen a un buen punto y ellos acumulen reducciones de poder que no tienen demasiado sentido en el momento en el que los objetos pierden protagonismo.
Quedan todavía tres parches de cara al inicio de la próxima temporada y a Riot Games se le acumula el trabajo. La próxima versión parece destinada a arreglar unos cuantos problemas, pero es prácticamente imposible saber cuántos focos quedarán por apagar.