El lanzamiento de Seraphine va a pasar a la historia de League of Legends como uno de los grandes fracasos de Riot Games. Las cosas se torcieron rápidamente con la que iba a ser la campeona estrella del juego por culpa de una campaña de marketing que parecía bien encaminada, pero que se fue al traste con un par de errores de gestión a última hora que acabaron haciendo saltar por los aires al nuevo personaje.
Sin embargo, todo lo que se podía decir a ese respecto ya se ha dicho y es el momento de hablar de Seraphine como campeona y no como producto de márquetin. El gran objetivo de la desarrolladora con su lanzamiento era el de crear un nuevo personaje mago para el carril central que se pudiera jugar en la posición de apoyo si se cumplían determinadas circunstancias, pero esto tampoco lo han conseguido.
Tras más de un mes desde su lanzamiento, Seraphine se está jugando como support en casi el 84% de las partidas en las que aparece. Una tendencia que hace que solo la veamos en la mid lane en un 14% de las ocasiones y que no ha hecho más que aumentar desde su lanzamiento. Lo hace de una forma lenta y progresiva, pero sin descanso. Desde el estreno de la campeona hasta el momento actual ha perdido cinco puntos porcentuales en cuanto a tasa de partidas en el carril central.
Normalmente los nuevos campeones son criticados cuando están demasiado rotos o cuando se ve claramente que se parecen demasiado a otros que ya están en el juego. En el caso de Seraphine, todo a su alrededor ha sido objeto de reproches por parte de la comunidad. La polémica se sirvió antes de comenzar y entre los aspectos definitivos, el hecho de que no vaya a la posición para la que estaba pensada y su historia previa al lanzamiento parece que Riot Games ya ha tirado la toalla.
Teniendo en cuenta que la desarrolladora lanza seis campeones anuales y solo uno de ellos es un mago para el carril central, la situación es especialmente dolorosa. Habrá que ver si con más mejoras acaba asentándose en esa posición, pero de momento parece poco menos que imposible y el gran fracaso de Riot Games después de un año más que notable.