La principal batalla entre los dos gigantes Microsoft y Sony suele girar siempre sobre el mismo punto: las exclusivas. No es ningún secreto que PlayStation ha estado por delante en este aspecto desde hace un tiempo, y esta tónica se ha confirmado con el lanzamiento de PS5 del remake de Demon's Souls y Spider-Man: Miles Morales.
Por su parte, Microsoft sigue buscando potenciar su servicio Xbox Game Pass para las nuevas Xbox Series X & S, a falta de grandes exclusivas propias de renombre. Gracias a este servicio de suscripción mensual puedes tener acceso a cientos de juegos, así como a todas las futuras exclusivas de Microsoft. Es sobre esto precisamente, un punto sobre el que además no se había pronunciado la compañía, de lo que ha hablado Phil Spencer
En una entrevista, The Verge le pregunta a Phil Spencer, CEO de Xbox Games Studios, sobre los detalles de Game Pass y lo que significa para los desarrolladores externos.
Game Pass y su parecido con Netflix
Según el CEO, Xbox Game Pass debe poder beneficiar a los estudios externos, los que no necesariamente producen juegos de gran presupuesto. Por lo tanto, su oferta tiene que buscar un equilibrio perfecto entre juegos exitosos que atraerían a un gran número de jugadores y juegos producidos por desarrolladores externos de menor calado.
Para compararlo con un ejemplo revelador, Netflix inicialmente compró los derechos de muchas series conocidas antes de lanzar y producir sus propias series. Ahora la gente se suscribe no solo para los grandes título, sino también o incluso principalmente para disfrutar de las producciones de Netflix.
A Xbox le gustaría hacer lo mismo, pero al revés. En otras palabras, Game Pass de Microsoft apuntaría al futuro para que las producciones de terceros sean la razón principal por la que vengan los jugadores, y no juegos conocidos como los de EA.
Un modelo de negocio rentable
Para ello, el modelo económico debe ser rentable para los estudios más independientes. Phil Spencer señala que los juegos que están disponibles en Game Pass están viendo aumentar sus ventas. Esto significa que, aparte de la suscripción, los jugadores compran estos juegos en particular porque generan cierto interés.
Pero es extremadamente difícil definir un modelo económico que beneficiaría a todos los estudios de terceros. De momento no hay una solución universal y está aplicando distintas variables en cada caso. Esto significa que no todos los estudios reciben el mismo pago: mientras que a algunos se les pagará por el desarrollo de un juego, a otros se les pagará según las tasas de descarga de los jugadores.
¿Una jugada maestra?
El Game Pass se esta demostrando que es una de las llaves de la nueva generación, hasta el punto de que la propia Sony ha puesto sus miras en un servicio de este tipo, tanto con PlayStation Plus Collection, como con algo más. Sin embargo, la demostración de poder con más y más estudios de terceros sumándose al servicio de Microsoft podría empezar a decantar la balanza de su lado. Se trata de una apuesta atrevida que, sin embargo, podría acabar dando sus frutos si los jugadores no rechazan la idea de contratar una nueva suscripción online.
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