League of Legends se ha convertido en uno de los juegos más importantes de la historia. El título de Riot Games es uno de los pocos que puede presumir de haber cumplido una década en un estado de salud formidable y seguir creciendo. Sin embargo, hay un lastre que todos los veteranos del MOBA han experimentado en más de una ocasión: está programado con un código problemático y para nada óptimo.
No es algo que nosotros nos estemos inventando ni con lo que queramos hacer sangre de los bugs ocasionales que encontramos en nuestras partidas. Los errores de programación puntuales tienen lugar en todos los títulos del mercado. Hablamos de algo mucho más profundo conocido como “código espagueti” y que es un problema real reconocido por la propia desarrolladora en más de una ocasión.
El concepto se define a sí mismo. Estamos hablando de líneas de código tan enredadas que es complicado coger solo una. Se anudan y relacionan entre sí pese a que deberían de ser completamente independientes. Algo que Riot Games ha tratado de ir corrigiendo con el tiempo pero que todavía se traduce en interacciones que difícilmente pueden ser explicadas y cuya solución supone un desafío para la desarrolladora.
El bug que ha vuelto a la actualidad, lejos de ser una anécdota, puede acabar provocando que perdamos una partida o hasta que acabemos sancionados por hacerlo a propósito. Afecta a Sion y se reproduce en el 100% de las ocasiones si nuestros rivales saben cómo sacarle provecho. Se consigue aplicando un derribo con desplazamiento sobre el zombie de la pasiva cuando está apunto de reaparecer, como podéis ver a continuación.
En el ejemplo que os mostramos es Urgot, pero también es posible con la Q de Zac y sospechamos que Rell tendrá un funcionamiento idéntico con su W en forma armadura. Lo que consigue es engañar al juego y fijar el derribo en el momento que Sion reaparece. La habilidad ya está aplicada cuando el campeón aparece en la base debido al escaso tiempo de respawn. A partir de ahí, League of Legends se vuelve loco por completo y nos manda fuera de la pantalla pero siendo perfectamente visibles para el enemigo que puede golpearnos y repetir el proceso todo lo que quiera.
Como vemos, se trata de un asunto con potencial como para ser realmente problemático. Lo peor es que lleva detectado desde enero sin que Riot Games haya querido o sabido como solucionarlo.