Hace seis años Olofmeister y Fnatic protagonizaron una de las mayores polémicas en la historia del Counter-Strike competitivo. Aprovechando lo que posteriormente se supo que era un error de diseño del mapa, el jugador y sus compañeros barrieron a LDLC en una remontada épica que les valdría para pasar de ronda y alcanzar las semifinales del torneo. Sin embargo, los árbitros tuvieron que intervenir y se resolvió con una retirada de un Fnatic tremendamente descontento.
El asunto trajo cola y hasta Valve tuvo que arreglarlo rápidamente manteniendo solo un guiño que decía que estaba prohibido subirse a esa zona del mapa mediante un cartel en el juego.
Ha pasado mucho tiempo de esto, pero las posiciones en Overpass siguen siendo motivo de conflicto. Aunque no hay tantos lugares en los que los jugadores pueden subirse, todavía quedan unos cuantos de los que sacar provecho. Esto lo demostró Triumph, un conjunto norteamericano que en su duelo ante Chaos Esports hizo un boost de hasta tres personas con el que logró sacar una ventaja importante al comienzo de una ronda defensiva.
En este caso, el posicionamiento es todavía más complejo ya que solo sirve para aprovecharse de un instante en el que el jugador que ataca suele saltar para colar un molotov que evite el posicionamiento del defensor en la zona de barriles. Solo hay una oportunidad y dura apenas lo que tarda el rival desde que inicia el salto hasta que vuelve al suelo.
Sirvió de poco a los muchachos de Triumph, que acabaron perdiendo el mapa y con ello la gran final de la IEM Beijing en la región de Norteamérica. Sin embargo, han sido capaces de revivir uno de los momentos más polémicos de la historia de la competición de Counter-Strike y demuestran que casi todo sigue igual que en aquel invierno de 2014.
Fuente