La beta abierta de Wild Rift se va extendiendo por más y más partes del mundo. La versión móvil de League of Legends apunta a ser un tremendo éxito en todas las regiones en las que se vaya estrenando y ha sido capaz de generar tanto interés que Riot Games se tuvo que poner manos a la obra para evitar que los jugadores utilizaran servicios VPN y saturaran los servidores que ya están disponibles para los jugadores.
Sin embargo, esta restricción de la desarrolladora no va a ser la única que tendrá su título para smartphones, ya que también prohibira los emuladores. Este tipo de softwares se utilizan de forma habitual para jugar a títulos de esta plataforma con métodos de control más cómodos como un mando o la combinación clásica de teclado y ratón. Esta situación no le habría gustado un pelo a Riot Games que ha empezado a banear jugadores por considerarlos tramposos al usar software de terceros.
Lo cierto es que, estando disponible la versión PC de League of Legends, hay pocos argumentos para defender el uso de emuladores. La utilización de un método de control más preciso supone una evidente ventaja cuando estamos enfrentando una partida y parece claro que con contadas excepciones esa es la intención de todos los jugadores que buscan ejecutar Wild Rift desde un emulador.
Riot Games va a tener que trabajar mucho si quiere evitar que este tipo de situaciones se sucedan y el título acabe plagándose de abusones con otros sistemas de control. Son un problema habitual en otros juegos del mercado y no es nada sencillo evitar la situación. Sin embargo, parece que estos castigos ejemplares a los jugadores van a hacer que, como mínimo, haya que pensarlo dos veces.
Wild Rift estará disponible en Europa durante la primera semana de diciembre y, hasta entonces, lo suyo sería no tratar de acceder al juego. Como vemos, a Riot no le está temblando el pulso a la hora de sancionar a los jugadores y muchos de estos castigos afectan a todos los juegos de la desarrolladora aunque solo cometamos la infracción en uno.