El lanzamiento de Seraphine va a pasar a la historia de League of Legends como uno de los más desafortunados de Riot Games. Ya incluso antes de que la cantante apareciera por la Grieta del Invocador se había ganado el odio de la comunidad por su polémica campaña de marketing realizada mediante una cuenta de twitter exclusiva de la campeona y su intrincada historia que iba totalmente en contra de lo que la desarrolladora quiso mostrar en redes sociales.
Sin embargo, los errores a la hora de lanzar a la campeona no se van a quedar únicamente en el trasfondo que rodeó a su llegada al juego. A la hora de desempeñarse en League of Legends Riot había prometido un mago de control clásico para el carril central que, además, se pudiera jugar de support. Sin embargo, lo que nos hemos encontrado es prácticamente el escenario opuesto con una Seraphine que es capaz de brillar en la posición de apoyo, pero no tiene herramientas para dominar el carril central.
La situación queda clara con un simple vistazo a las estadísticas de la campeona desde su lanzamiento. La página web Lolalytics revela una preocupante tendencia a elegir a la nueva campeona en la posición de support. El dato negativo no es solo que el 76,7% de las veces que se elige sea en el carril inferior, si no que además cuenta con un win rate del 48,5% como acompañante del tirador frente al 46% que acumula cuando enfrenta el carril central en solitario.
Seraphine brilla cuando está acompañada al poder sacarle un mayor partido a su pasiva y sus habilidades. Especialmente destacable lo que puede conseguir con su E (Clímax musical), que en compañía de Ashe o Aphelios puede ser siempre un root. Además, esta posición ofrece la posibilidad de buscar construcciones de objetos con más alternativas y que exploten todavía más sus posibilidades, como el Cetro de cristal de Rilay, que siempre enraizará a los enemigos gracias a su pasiva.
Riot Games ya ha enfrentado esta situación en otras ocasiones. El caso de Pantheon en estos últimos Worlds 2020, por ejemplo, fue la clara demostración de que no siempre son capaces de evitar que los campeones se conviertan en protagonistas de las posiciones para los que no están destinados. Un nuevo problema para una Seraphine que no ha entrado con buen pie a League of Legends ni parece que vaya a ser capaz de reconducir la situación próximamente.