League of Legends se ha convertido en un juego de lo más espectacular en los últimos tiempos. Los nuevos campeones suelen llegar al juego para brillar con sus nuevas mecánicas únicas o conseguir jugadas increíbles incluso en solitario que los conviertan en personajes tremendamente atractivos. Son satisfactorios y necesarios, pero entre tanto Yone y Samira lo cierto es que a veces se echa en falta que lleguen unos cuantos magos de control.
Lillia cumple un poco con este rol, pero se queda un poco en un punto intermedio al estar destinada principalmente a la posición de jungla. Con Seraphine, sin embargo, Riot Games ha vuelto a destapar el frasco de las esencias a la hora de crear un mago de control. Habrá discusiones sobre si está algo desajustada en cuanto a números y es muy posible que haya algo de trabajo por delante.
Aun así, es difícil de negar que este tipo de personajes son tan necesarios como los que más individualidades pueden conseguir. Para muestra, basta con una jugada en la que queda claro lo plásticas que pueden llegar a ser las peleas grupales en las que participa una Seraphine. La campeona es capaz de dominar en este aspecto, especialmente en zonas cerradas como la jungla donde el rebote de su definitiva puede ser catastrófico. Esta situación queda bastante clara en la teamfight, donde el primer enemigo impactado está al límite del rango y aun así es suficiente como para alcanzar a todos los rivales.
La cadena de CC realizada por Ornn y la propia Seraphine con el lanzamiento de su E (Clímax musical) es perfecta y suficiente como para borrar del mapa a todos los enemigos alcanzados. Una pelea prácticamente inigualable y que sería imposible con cualquier otro estilo de campeón. Solo algunos magos de control muy concretos tienen acceso a este tipo de habilidades, y parece que la nueva cantante de la Grieta del Invocador va a poder con todos ellos.
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