Seraphine ya está disponible en League of Legends. La nueva campeona está basada en el sonido y, aunque las primeras sensaciones tras probarla no invitan a pensar en ese “clon de Sona” del que se hablaba, lo cierto es que algunas de sus interacciones van a dar lugar a nuevas polémicas. Esta vez nada relacionadas con su cuenta de Twitter o su historia en el juego, si no con la propia jugabilidad y las posibilidades del personaje.
En concreto, hay dos aspectos especialmente preocupantes en el diseño de Seraphine que muy probablemente obliguen a Riot Games a tener que hacer algún que otro cambio si no quieren que la situación se descontrole, algo bastante probable si tenemos en cuenta que acaba de llegar al juego y ya tiene un 47,11% de porcentaje de victorias en LoLalytics. Apenas han pasado unas horas, pero gracias a casos previos sabemos que estos datos no son en absoluto una buena señal.
Sin embargo, quizás a primera vista no sean tan evidentes las circunstancias que hacen de Seraphine una campeona algo excepcional en League of Legends, pero hay dos detalles muy concretos que pueden desestabilizar el juego y son especialmente relevantes en la posición de apoyo.
En primer lugar, está el rango de las habilidades. Hostigar en línea con habilidades que pueden atravesar súbditos es demasiado sencillo y a eso hay que sumarle la opción de que la definitiva atraviese campeones multiplicando el rango de forma infinita. Pudiendo atacar, por ejemplo, desde fuera de la zona del dragón hasta los arbustos de la zona del lado rojo. Una situación que, además, es relativamente plausible en partida.
Otro de los grandes problemas que la potencian como support es la extraordinaria sinergia que tiene con el incensario ardiente. Puede aplicarlo en un área tan grande como la de jana y seguir moviéndose como Sona. Además, la interacción de la campeona con la lágrima es excepcional y puede hacer que en lugar de escudo en área lance directamente una curación bastante potente y mejorada con las pasivas de sus objetos.