A la hora de diseñar un nuevo campeón para League of Legends hay muchas cuestiones a tener en cuenta. Desde Riot Games deben pensar en qué aporta al juego y cuáles serán sus características únicas, pero también en la dificultad de cada uno de los personajes que se incorporan al plantel. Hay más de un centenar de opciones. Sin embargo, cuando pensamos en League of Legends… ¿cuántos campeones nos parecen realmente complicados?
La respuesta apenas supera la decena de nombres. Quizás encontremos especiales dificultades en un 5 o 10% de todos los héroes disponibles y pensemos en Kalista, Lee Sin o Azir; pero resulta complicado seguir diciendo nombres sin pararse a pensar. Desde Riot Games, en cambio, prefieren no equiparar la dificultad con la complejidad mecánica y han reconocido que tienen otro tipo de sistemas basado en tres variables:
- Complejidad mecánica (sigue siendo un factor importante): Depende de los combos de cada campeón y las capacidades. Es el apartado que menos misterio tiene.
- Conocimiento del personaje: Depende del número de mecánicas únicas que tenga, por ejemplo, Draven es considerado de dificultad intermedia, mientras que Aphelios es considerado uno de los más complejos debido a sus múltiples posibilidades con las armas.
- Dificultad para jugar con o contra él: Se basa en las mecánicas únicas. Por ejemplo para jugar con Thresh necesitas saber que hace la linterna y cómo interactuar con y contra ella y tiene una complejidad intermedia. Ivern, por su parte, está considerado uno de los más complejos de todos por obligar a compañeros y enemigos a adaptarse a una mecánica que centraliza la partida a la que no están acostumbrados.
Como vemos, la dificultad no es necesariamente una variable dicotómica. Se basa en diferentes aspectos de la jugabilidad de cada personaje. Está claro que hay algunos que tratan de ser más simples que otros. Sin embargo, mientras con Azir la complejidad mecánica es muy elevada, no exige casi nada en cuanto a conocimiento del personaje o dificultad para jugar con o contra él.
De todos los campeones listados por Riot, Samira es la más complicada y según sus criterios demanda un talento mecánico alto, un conocimiento medio y una dificultad de jugar con o contra ella media.
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