Los dos fabricantes tienen estrategias muy diferentes, cada una con argumentos claros, salpicados de especificidades. Aquí, definiremos los rasgos característicos de PS5 y Xbox Series X, y hacia dónde parece que Sony y Microsoft se dirigen en esta nueva generación.
PS5, Sony
Sony son los últimos mohicanos del cambio de generación. Mientras Microsoft destaca su ecosistema Xbox, y Nintendo triunfa con su consola híbrida, Sony sigue tirando de modelo clásico para ofrecernos un salto generacional con características únicas. Hablamos por ejemplo del sistema de software para sonido 3D, o incluso del Dualsense, con sus vibraciones hápticas y gatillos adaptativos, que podrían facilitar más la inmersión del jugador en las propuestas. Como era de esperar, Sony seguirá ofreciendo sus enormes licencias insignia en su nueva máquina, mientras busca seguir tirando de exclusivas temporales, como hemos visto con Final Fantasy XVI.
Xbox Series X, Microsoft
Como ya hemos dicho, para Microsoft, todo gira en torno al ecosistema creado gracias a sus muchos servicios de calidad: el Xbox Game Pass ya es una oferta formidable y puede crecer aún más, con la llegada de los juegos Bethesda y las muchas exclusivas que serán lanzadas por los estudios internos de Xbox. Para el lanzamiento de la nueva generación de Xbox, no hay ningún juego "emblemático" que suponga una diferencia, pero está claro que la marca estadounidense juega a largo plazo y ya planea continuar con este impulso de adquisiciones de estudios. Las consolas no son entonces más que medios, más o menos lujosos, para explorar el “universo” conectado de la marca.