No es ningún secreto que a Riot Games se le fue la mano con Samira. El lanzamiento de la nueva campeona en League of Legends fue un desastre que rompió con la lógica prometida por la desarrolladora de ajustes de equilibrio a largo plazo y recordó, más bien, a estrenos mucho menos exitosos como el de Aphelios o Senna.
Tratando de subsanar la situación, se lanzó un hotfix apenas un día después de la llegada del campeón a los servidores en vivo que parece haber sido poco útil para la campeona. Tras más de dos semanas desde que está disponible, un nuevo nerf viene a reducir su poder para tratar de equilibrarla un poco. Samira es prácticamente injugable y está baneada en el 73% de las partidas clasificatorias que se juegan en el mundo.
La tasa de victorias varía entre regiones, situándose de media en un valor del 51.33%. Algo elevado para un campeón que acaba de lanzarse y apenas ha podido jugarse hasta la fecha. Aunque el dato en sí mismo no sería tan alarmante si no atendiéramos a la tendencia, que sigue al alza en todas las ligas por debajo de Diamante, donde los jugadores tardarán algo más en sacar todo su potencial.
Riot Games sigue buscando soluciones de urgencia para un lanzamiento que ha ido en contra de lo prometido por la empresa a los jugadores. En el próximo parche 10.21 va a recibir un nuevo nerf para ver si al fin son capaces de tener un plan a largo plazo con el que acometer las difíciles tareas de equilibrio que tienen por delante si no quieren convertir a Samira en un nuevo caso Aphelios.
Aunque la respuesta fue rápida, también ha demostrado ser ineficiente por parte de la desarrolladora. Con el resto de campeones de 2020 estaban siendo capaces de llevar sus lanzamientos conforme a lo prometido y es incomprensible que hayan cambiado de rumbo tan rápido.