Esta tarde se ha anunciado que Microsoft compraba Bethesda, uno de los mejores estudios de videojuegos que nos ha dado la industria en su historia con títulos como Fallout, The Elder Scrolls, Doom, Wolfenstein y muchísimos más que nos dejamos en el tintero. Estando la próxima generación tan cerca, pensemos que esto sale en apenas dos meses, es evidente que esto ha sido un contraataque por parte de Phil Spencer al evento de Sony y a ese anuncio del PS Plus de PS5, que era la respuesta al Game Pass.
Y es que la noticia no es ninguna tontería ni nada que debamos pasar por alto, puesto que hablamos de la adquisición por parte de Microsoft de un estudio que puede crear obras del tamaño de Fallout: New Vegas, palabras muy mayores. La pregunta ahora es, ¿serán esos juegos futuros de Bethesda exclusivos de Microsoft? Sería lo más lógico teniendo en cuenta que ahora la firma viene acompañada de Microsoft, es decir, de Xbox y de PC.
La comunidad ha estallado en un mar de dudas acerca de esta cuestión, porque perderse los juegos de Bethesda es lo último que quiere cualquier amante de los videojuegos. En mitad de este mare magnum, Jason Schreier ha querido dejar claro que Phil Spencer ha explicado a Dina Bass, para Bloomberg, que los juegos de Bethesda podrían seguir llegando a PS5, pero según el caso...
Es decir, que se valorará caso por caso, cada uno de los videojuegos y títulos, para ver si es posible que se lancen en otras plataformas además de las de Microsoft. Cosa que no da garantías de que finalmente vayan a salir en PS5, pero tampoco se cierran las puertas. Por ahora todo este caso está siendo de lo más misterioso y nos tiene a todos en ascuas para ver cómo avanza con las nuevas propuestas de Bethesda que ya se estarán cocinando.
Lo que está claro es una cosa: Microsoft se está haciendo con una tonelada de buenos estudios de cara a la próxima generación de consolas, y eso podría poner fin a la mayor pega que se le ha puesto a Xbox One durante esta generación; la falta de exclusivos atractivos. Si a ello le sumamos todo lo que tenemos con Game Pass, quién sabe cómo puede acabar todo.