Hace un rato, Microsoft lanzó la que puede ser la noticia a nivel de industria del videojuego más grande quizás desde la compra de Blizzard por parte de Activision. ZeniMax Media, compañía matriz de Bethesda, pertenece ahora a Xbox, y con ella estudios del reconocimiento mundial como Bethesda Softworks, Bethesda Game Studios, id Software, ZeniMax Online Studios, Arkane, MachineGames, Tango Gameworks, Alpha Dog y Roundhouse Studios. Sí, Skyrim, Doom, Dishonored o Fallout son ahora propiedad de la división de videojuegos de Microsoft: Xbox.
El trato es uno de los más grandes que hemos conocido en los videojuegos, ya que se produce a cambio de nada más y nada menos que 7.500 millones de dólares. Una elevada suma que supera con creces el anterior máximo dispendio de Xbox, que fueron 2.500 millones por Mojang y su Minecraft hace unos años, o incluso otros grandes movimientos en la industria del entretenimiento como los 4.000 millones de dólares que pagó Disney por hacerse con Lucasfilm y Star Wars.
Este acuerdo llega a menos de 24 horas de que se abran las reservas de Xbox Series X y Series S, las máquinas de nueva generación de Microsoft. Un auténtico golpe de efecto a cortísimo plazo, pero que deja muchas dudas en el aire con respecto al futuro de Bethesda y sus juegos. Juguemos a la especulación en este artículo.
¿Por qué ahora?
Microsoft empezó un proceso de reconstrucción, como si de una franquicia de la NBA se tratase, hace unos años. El plan se gestó en la cabeza de Phil Spencer desde su paso a la dirección de Xbox en 2014 y en los despachos tres años más tarde, cuando pasó a ser Vicepresidente de Gaming en Microsoft. Xbox One arrancó muy mal la generación con errores de bulto como Kinect y la incapacidad de terminar sus desarrollos con buen pie como demuestra Scalebound.
A base de talonario, fue adquiriendo desarrolladoras para hacer crecer su oferta first party, mientras se dio un paso que cambiaría para siempre con el Game Pass. Este servicio debutó a principios de 2017, pero en 2018 se anunció que todos los juegos propios estarían disponibles en él desde su lanzamiento; un cambio de paradigma que rompía el modelo de negocio tradicional en los videojuegos.
Pero este sistema también requiere una ingente cantidad de juegos propios para que la gente no se desuscriba. Microsoft ha ido lanzando puntualmente nuevos juegos pertenecientes a sus grandes sagas como Halo, Gears o Forza, pero ha tenido que ir recurriendo a acuerdos con otras desarrolladoras para conseguir fondo de armario a la espera de los trabajos de sus flamantes nuevos equipos.
Obsidian y Double Fine están muy bien, ya que aportan variedad y calidad al catálogo. Pero Microsoft necesitaba un tanque de batalla potente y Bethesda le da una división. The Elder Scrolls, Fallout, Dishonored, Prey o The Evil Within, por mencionar algunos, serán desde ya mismo unos fichajes muy poderosos para el Game Pass.
Bethesda viene del fracaso estrepitoso de Fallout 76, de unas ventas modestas en juegos como Prey y de tener que financiar tanto cambios a su más que amortizado motor gráfico así como desarrollos millonarios como los de Starfield o The Elder Scrolls 6. 7.500 miles de millones de dólares son muchos, pero seguramente serían más si estos juegos acabaran de salir al mercado o si Fallout 76 no hubiera sido una acumulación de errores en su lanzamiento.
¿Qué es lo que sabemos?
Pete Hines, vicepresidente de Bethesda Softworks y uno de los rostros más reconocibles de las conferencias de la empresa en el E3 ha comentado lo siguiente: "El punto clave de esto es que seguiremos siendo Bethesda. Seguiremos trabajando en los mismos juegos en los que trabajábamos ayer, hechos por los mismos estudios con los que hemos trabajado durante años, y esos juegos serán publicados por nosotros".
Phil Spencer, en un texto publicado en la web de Xbox, ha dado algunos detalles interesantes como que las franquicias de Bethesda llegarán al Xbox Game Pass en consola y PC. No se habla de exclusividad (de consolas, ya sabemos que PC está dentro del ecosistema Xbox) de una forma tajante, pero dice algo importante: "Una de las cosas que más ilusionado me tiene es ver el calendario con los futuros juegos de Bethesda, algunos anunciados, y muchos sin anunciar, que llegarán a Xbox y PC incluyendo Starfield". ¿Saldrán en PS5?, ¿Starfield y The Elder Scrolls 6 exclusivos de Xbox y PC?.
De momento sabemos que Deathloop y Ghostwire: Tokyo tienen acuerdos de exclusividad en consola con PlayStation 5. En anteriores compras de estudios Xbox ha cumplido estos contratos, como evidencia el caso de Outer Worlds. Lo que significó la compra de Obsidian es que el juego entró en el Game Pass desde su lanzamiento. Pero el propio Spencer ha dado más detalles y cuenta en Bloomberg que los juegos de Bethesda estarán en Xbox, PC y que su presencia en otras consolas se estudiará "caso a caso".
Un The Elder Scrolls 6 exclusivo sería un megatón que sacudiría la industria casi tan fuerte como un GTA o un Call of Duty exclusivo. Xbox tiene lo que nunca había tenido durante esta generación, exclusivos e IPs vendeconsolas. Existe la posibilidad de que esto salga mal, porque incluso esta comunicación (uno de los debes de Xbox durante estas semanas) se debería haber hecho en un evento digital y no con un tuit para aprovechar su fuerza. Sea como sea, empieza la batalla.