El escándalo de los entrenadores ha tenido repercusiones negativas para todo el ecosistema de CS:GO. En primer lugar, quedó claro lo mucho que Valve descuidó el juego al tener constancia de este error y haberlo dejado pasar durante al menos dos años. Además, puso en duda la integridad de la competición en línea al ser tremendamente sencillo de explotar.
Sin embargo, parece que el drama no está cerca de acabar. Según varios miembros de la comunidad, el bug del modo espectador no es el único en el juego que se puede explotar de forma consistente para conseguir ventajas cuando los árbitros no miran o no están presentes. Algunos miembros jugadores añaden, también, que Valve es consciente de ellos pero no hace nada por solucionarlos.
La única pregunta que quedaría por resolver es cuáles serían estos bugs y qué jugadores o equipos los han estado utilizando. Hace no mucho tiempo Valve y Nvidia tuvieron que ponerse de acuerdo para evitar un problema con los filtros de GeForce Experience que permitía detectar a enemigos a través del humo. Otro parche muy esperado que tardó una eternidad en llegar a CS:GO.
En cualquier caso, es el momento de que Valve mueva ficha. En los últimos meses la desarrolladora dio la impresión de tomarse su juego más en serio y actualizarlo de forma notable. Sin embargo, todo el trabajo pendiente viene de años atrás y ahora van a tener que sudar mucho para arreglar un título que pasó años desatendido.
En cuanto a la competición, pese a la cancelación del Major de Río de Janeiro, pronto volveremos al formato LAN. Con los árbitros pendientes de las partidas en eventos presenciales las trampas se antojan complicadas. Sin embargo, las fases clasificatorias siempre han sido un problema para los equipos y es necesario depurar el juego de cualquier bug replicable que permita obtener ventajas ilegítimas.