League of Legends se refrescó en las últimas semanas con dos nuevos campeones: Lillia y Yone. La primera, ya establecida en el metajuego de la jungla de LoL, no ha dejado demasiadas polémicas y parece estar en el punto exacto que le gustaría a Riot. Sin embargo, Yone ha generado algo más de confrontación entre los jugadores y parece que podría llegar a necesitar algún nerf en el futuro.
El porcentaje de victorias del campeón no para de ascender y ya está en un 48%. Aunque no es ni mucho menos alarmante, si es superior al que tuvieron los últimos campeones que llegaron al juego. Teniendo en cuenta como progresaron estos, hay dos opciones: o Riot ha hilado muy fino con Yone o su tasa de victorias se va a descontrolar en las próximas semanas.
Sin embargo y más allá de este problema potencial, hay una mecánica concreta que no ha pasado desapercibida por la comunidad. La capacidad de curarse de Yone con la definitiva le permite tener una barra de vida doble durante el juego tardío incluso sin golpear a los campeones, lo que ha generado una discusión sobre si es algo premeditado o un nuevo bug que afecta al campeón.
Cuesta pensar que el equipo de Riot, que quiere lanzar campeones con algo menos de poder, haya pasado por alto las posibilidades que ofrece tener un desplazamiento tan largo y con la capacidad de recuperar toda la vida. En esta jugada en particular no tiene repercusión, ya que el jugador falla la Q – Acero mortal, que le habría permitido acabar con el Lucian a placer y luego volver a la marca de la E. Aun así, parece una mecánica clave que puede cambiar una pelea o, directamente, una partida.