Jugar a League of Legends se ha convertido, a veces, en una experiencia desagradable. Esta opinión, antes propia de esos llamados haters o de los jugadores frustrados, se está convirtiendo en un clamor popular en los últimos tiempos. HotshootGG, Gross Gore, Voyboy y otras figuras de relevancia están ya cansados y no han dudado en calificar las partidas clasificatorias como la peor experiencia posible.
La experiencia es similar en todos los servidores y está caracterizada por el comportamiento tóxico, los jugadores que se dejan perder, los que no se lo toman en serio o los que abandonan las partidas y se quedan AFK. El problema es que basta un jugador que quiera arruinar la diversión de otros nueve para que una clasificatoria en la Grieta del Invocador se convierta en una pérdida de tiempo de casi una hora.
Voyboy, que fue jugador profesional y ahora es streamer, subió a su cuenta personal de Twitter un video en el que habla de todas estas situaciones y como han empeorado en los últimos años. Según indica el jugador esto se suma a la gente que quiere estropear sus partidas por el simple hecho de que es streamer. Considera especialmente doloroso volvérselos a encontrar sin que tengan castigo alguno y apunta a que no es el único que ve este problema, asegurando que ha consultado a otros streamers y jugadores de LoL reconocidos.
Gross Gore, en un tono mucho menos relajado, señaló que sufría los mismos problemas e incluso sugirió que fueran los propios jugadores los que moderaran el juego siguiendo el modelo de RuneScape.
El sistema de las partidas clasificatorias ha mejorado en los últimos tiempos. Riot ha prometido más cambios a futuro, sin embargo, las mejoras en lo técnico (como la paridad de autofill y premades) no serán suficientes para compensar el ambiente que se respira en las partidas. Los jugadores se sienten impunes y frustrados, una combinación explosiva que la desarrolladora debe atajar cuanto antes.
Aunque la desarrolladora ha mejorado el sistema de emparejamientos de League of Legends, todavía queda trabajo por hacer. Son conscientes de ello y podemos esperar mejoras a largo plazo, pero quizá estén tardando demasiado.
