Ya os hemos contado que hemos jugado tres horas a Final Fantasy VII Remake, en lo que es sin duda, uno de los candidatos a juego del año. No solo mantiene la esencia del original, sino que mejora lo que ofrece, con un sistema de combate épico.
El juego también incluye diversos cambios a nivel jugable para aumentar la experiencia del juego. Uno de ellos no lo veréis en la demo de FF7 que se ha publicado hoy, ya que pertenece a un capítulo más avanzado de la aventura, que pudimos disfrutarlo en nuestra sesión jugable.
Se trata de la parte que transcurre en el sector 5. Justo tras recibir la amenaza, tanto del presidente Shinra como de Heidegger, el jefe de Seguridad Pública de Shinra. Amenazan al equipo con el Airbuster, un robot que se está ensamblando y con el que pretenden acabar con nosotros. Justo después comienza un proceso que no se ve en el original. Si no queréis descubrirlo, cuidado con los spoilers.
Tras la charla con las versiones holográficas de nuestros enemigos, avanzamos por la línea de producción del Airbuster, que nos permite eliminar componentes de la línea de producción, evitando así que se instalen al robot y nos faciliten un poco más la batalla.
Pasaremos por diversas salas, en las que tendremos que buscar tarjetas para acceder a una consola y desactivar las piezas de ataque del Airbuster. El problema es que no hay suficientes tarjetas para todas las consolas que hay con armas para nuestro próximo enemigo. La primera sala de acceso tiene solo una tarjeta y una estación, pero las dos salas siguientes solo tienen una tarjeta de acceso, con dos y tres consolas respectivamente.
Esto significa que no podemos quitar todos los ataques del Airbuster, por lo que tendremos que decidir de qué prescindirá. Se pueden desactivar tres unidades M, tres proyectiles de bombardero grande y 4 núcleos de programación AI (que provocan aturdimiento).
A lo largo de FF7 Remake veremos muchos cambios similares, pero este es uno de los que más llamaron nuestra atención.