El 9 de octubre de 2020 se hizo historia en esta minúscula parcela que es el periodismo de videojuegos. La redacción de IGN y en concreto el periodista Simon Cardy, tardó medio segundo en hacer el análisis de FIFA 21 para Nintendo Switch. ¿Cómo logró semejante proeza? Pues replicando lo que había hecho EA con el juego: copiar y pegar el análisis del año pasado con un párrafo introductorio.
Y es que los análisis de los juegos deportivos con actualizaciones anuales son uno de los más complicados que podemos afrontar en esta profesión. Es complicado sacar punta a desarrollos tan iterativos, que se centran en novedades pertenecientes casi al terreno etéreo de las sensaciones y el gamefeel, más allá que en funcionalidades como tal. Es complicado decir algo para un público que consta de dos grupos diferenciados: los que suelen comprárselo sí o sí cada año, y quienes se lo compran para jugar de forma casual, que no suelen mirar los análisis.
Sin embargo, aquí estamos, con una nueva edición de NBA 2K, el rey de los simuladores baloncestísticos. O más bien deberíamos decir Rey, pero de la colina, porque desde hace unos años ha canibalizado a sus rivales de una forma brutal. Sin competencia y con un apartado técnico que hace años que lleva siendo punta de lanza de la industria, 2K sigue buscando formas de llamarnos la atención y obligarnos a comprar el título una temporada más.
¿Qué hay de nuevo, viejo?
Lo de NBA 2K21 fue la tormenta perfecta. Además de tener que lanzar dos versiones distintas en una barbaridad de consolas, sistemas y hasta en la nube, el equipo afrontó el desarrollo durante una pandemia mundial y sin baloncesto real durante muchísimos meses. Aunque salía ser compasivo con el equipo de desarrollo, lo cierto es que tuvimos una versión tremendamente pobre de lanzamiento en la antigua generación, a la que sólo el paso de los parches, combinado con el glamour y oropel de la versión de nueva generación, nos hizo disfrutar el título a lo largo del año.
No podemos decir que 2K no aprenda de sus errores y del feedback de la comunidad, ya que este año presenta una versión de antigua generación con un modo MyPlayer totalmente independiente y renovado, siempre dentro de lo que ya conocíamos de otros años. Nosotros hemos podido analizar la versión de PS5, es decir, la de nueva generación, por lo que no podemos daros más información que la que NBA 2K ha compartido en sus canales oficiales.
Pero de igual forma que atiende a estas cosas, también vemos como otras caen en saco roto. El peso de los micropagos sigue siendo muy importante en MyPlayer y MyTeam... Y no será porque no nos hemos quejado durante estos años. Tu personaje de 65 de media necesita mucho trabajo para empezar a ser competente, y a esto hay que añadir que desde el día uno ya hay jugadores online con más del 90.
Más allá de estos asuntos, hay novedades bien palpables en este NBA 2K22. En MyPlayer se ha optado por una solución a priori elegante para esa dualidad online-offline que tiene el juego en dicho modo. Ya no hay parque y NBA, y ya no hay historia sin parque. La ciudad, que ya habíamos vivido en el último juego, se amplía para ser un hub central de todas las mecánicas asociadas a MyPlayer. Nuestro jugador vive allí, tiene su casa y desarrolla todas las cinemáticas a través de sus calles.
Esto tiene un beneficio claro, como es el de no dividir a la comunidad. Para darle más vuelo a la ciudad, ahora tendremos misiones al más puro estilo MMO, con iconos y menús que nos dicen dónde están los NPCs que nos piden hacer un recado. Aunque es algo interesante, pronto pierde fuelle, cuando vemos que no es más que una apariencia física para unos desafíos poco inspirados y en ocasiones aprovechados para la promoción de productos. Sí, hablamos de esa misión con Jake de State Farm que parece la mesa de desayuno de los Serrano, cénit del product placement en España.
Aunque las misiones nos presentan diversas y atractivas recompensas, como mejorar los nuevos roles fuera de la cancha (músico, moda, empresario...), vemos muchas muy poco inspiradas. Si a esto sumamos el factor recadero que tienen y que la ciudad es bastante grande, pasaremos una barbaridad de minutos encima del monopatín atravesando esas calles. Lo que sí es un añadido genial es la llegada de los partidos con matchmaking, que evitan la pesadumbre generada al esperar en los circulitos de las canchas por la aparición de compañeros.
Al menos nos queda ir a la NBA y competir, pero en nuestra experiencia, esto no ha sido muy divertido. Tras currárnoslo en la G-League con el Team Ignite (un añadido muy interesante, eso sí), logramos ser el pick número 1. Pasando por encima de que no fuimos invitados a la Green Room como otros años a estrecharle la mano a Adam Silver y que nuestro jugador lo ve desde casa, somos el último de la rotación porque al entrenador no le ha gustado nuestro agente. Una cosa es tanquear, y otra esa, Pistons.
Quiero jugar... Pero a veces no me dejan
Pasemos pues a otro tema distinto como es el MyNBA, el modo franquicia de toda la vida. Se nos comentó que había novedades importantes como la ampliación del cuerpo técnicos con entrenadores por posición, psicólogos deportivos y todo tipo de profesionales importantes a día de hoy en el deporte profesional. Esto era un aliciente muy interesante, pero tristemente a día de hoy seguimos sin poder disfrutar de una experiencia inmersiva en este modo.
Como podéis ver en las imágenes superiores, hay un bug que llena la agencia libre y la G-League de jugadores con unas medias totalmente absurdas. Hay docenas de jugadores que serían titulares en la NBA y un puñado de ellos que serían superestrellas... Con el punto clave de que no existen. Estos jugadores inventados frustran la experiencia de juego offline, la cual es la mejor en muchos años en NBA 2K.
La mejora en defensa de la IA, añadido con retoques como ese QTE que son ahora los alley-hoops nos obliga a jugar al baloncesto para ganar partidos y no a abusar de ciertos jugadores o movimientos. Estamos muy contentos con la experiencia de juego aquí, y también con esa vuelta de tuerca que ha debilitado el dribling sobremanera; especialmente en hombres altos. Por eso nos molesta tanto el deambular por la ciudad con el patinete o el no haber solventado este error en MyNBA, porque queremos jugar a esta experiencia tan buena.
Por cierto, y volviendo al tema de los entrenadores, nosotros no hemos podido añadir empleados a nuestro cuerpo técnico durante esta semana que hemos estado con el juego. Parece que el juego no ha sido actualizado teniendo en cuenta estas nuevas posiciones y ni siquiera los empleados con los niveles más bajos de habilidad quieren venir por el sueldo que ofrecemos. Así que no sabemos cómo de bien funciona este sistema.
Por último nos queda por hablar de MyTeam, las cartitas. Pues las sensaciones son buenas, aunque no hay demasiados añadidos más allá del sistema de valorización de cartas y el interesante modo draft, el cual consta de hacernos un equipo en base a unos pocos sobres, y que nos recuerda grandes tardes jugando a Magic.
Mención también para The W, la vertiente de baloncesto femenino de NBA 2K, que sigue mejorando año a año y que poco a poco se convierte en una experiencia que hace más atractivo el juego en conjunto.
La ficha técnica
- Título: NBA 2K22
- Desarrolla/Edita: 2K
- Fecha de lanzamiento: ya disponible
- Plataformas: PS5, Xbox Series en versión de nueva generación; PS4, Xbox One, Switch y PC en versión de anterior generación.
- Precio: 74.99 €