Qué complicado es siempre ponerse un juego de Arkane Studios. Los responsables de Dishonored saben perfectamente cómo darle la vuelta a los géneros, aportar su granito de arena y hacer que un videojuego que a priori puede parecer de lo más común sea en realidad un diamante en bruto que pocos estudios, por no decir ninguno, podría lograr pulir. Deathloop es la nueva maravilla de Arkane y llega para dar un fuerte golpe sobre la mesa. Primero, porque ha sacado a relucir, bastante, el potencial que tiene la máquina de nueva generación de Sony, y eso es todo un mérito teniendo en cuenta que la mayoría de juegos que salen ahora mismo al mercado son intergeneracionales y no explotan por completo todo lo que puede mostrar PS5. En ese sentido, realmente, tampoco es que Deathloop sea una revolución gráfica, pero sí deja claro que el camino a seguir es este y que no se asemeja visualmente a ningún otro shooter actual. Por lo menos en los apartados visuales.
Y, segundo, porque Arkane ha vuelto a demostrar una vez más que son unos verdaderos genios en lo que se refiere a construcción y diseño de niveles. Saben crear guiones con tramas de lo más enrevesadas que fluyen sin ningún tipo de obstrucción y pueden leerse con una grandísima facilidad, lo que hace que esa historia compleja tenga todavía más valor. En Deathloop, repetimos siempre la misma historia una y otra vez, pero siempre descubrimos nuevos detalles, en cada nueva vuelta, que hace que la trama vaya tomando más y más complejidad. Puede que Arkane Studios, eso sí, no haya firmado su mejor obra hasta la fecha, porque el listón estaba muy alto, pero desde luego, como comentaremos a continuación, Deathloop tiene muchas cosas buenas que harán que los jugadores vibren a los mandos.
Vive. Muere. Repite
Deathloop, como ya habréis adivinado por las mil y una conferencias y presentaciones que ha tenido este videojuego a lo largo de los meses a manos de Sony, nos mete de lleno en un bucle. El de Blackreef en concreto. Nuestro objetivo principal es destruir ese bucle cargándonos a los, digamos, responsables de esa orquestra en un solo día. Es decir, que como Colt nuestra razón para vivir es la de escapar de ese bucle a costa de quitarnos del medio a una serie de cabecillas para poder volver a nuestra vida normal.
Sobre esa fórmula tan cinematográfica, Arkane construye lo que a priori parece que será un rogue-like. Pero para nada Deathloop es eso. Simplemente porque no se puede completar el juego del tirón por mucho que nos sepamos dónde está cada jefe y cómo avanzar por cada zona sin ser detectados en tiempo récord y no tener que soltar ni una sola bala. Vaya, que no se puede hacer lo que se hace en Hitman 3, por ejemplo, que es terminar el juego en apenas veinte minutos de duración porque los jugadores descubren dónde tienen que disparar para matar al enemigo principal de cada misión. Aquí, Arkane nos invita a descubrir los misterios de Blackreef una y otra vez repitiendo los niveles sin parar. Pero buscando nuevas pistas y con nuevos objetivos en cada nueva visita.
Deathloop no solamente es un videojuego de acción a cascoporro en el que podemos soltar balas y diestro y siniestro y cargarnos a todos los enemigos a base de poderes y habilidades extraordinarias, también es un rompecabezas que debemos solucionar poco a poco y con mucha maña, hilando pistas, explorando nuevos caminos, abriendo nuevas áreas y zonas... Deathloop es un laberinto que tenemos que estudiar y aprender al dedillo para que con cada nueva vida que hagamos nos sea más fácil encontrar la salida sin ningún problema. Porque, esa es otra, hay que tener cuidado con el tema de las vidas.
En cada nivel tendremos varias oportunidades disponibles (vaya, muy arcade y retro a lo Super Mario). Si nos matan y agotamos esas vidas, perderemos nuestro equipo (el que no tengamos salvado) y tendremos que volver a empezar el nivel desde cero, perdiendo todo el progreso y teniendo que repetir, y repetir, y repetir hasta que nuestra memoria muscular se haga con el asunto. En ese sentido, puede parecer que Deathloop se hace muy repetitivo, pero es que gracias a su jugabilidad tan fresca podríamos estar jugando a todos los niveles una y otra vez sin parar y las veces que hagan falta, porque es una verdadera maravilla disfrutar del suave movimiento, el gunplay y demás. Que comentaremos justo ahora.
¡Es un lujazo a los mandos!
Sí, es lo mejor del juego. Pero de lejos. La sensación jugable que transmite Deathloop es de lo más satisfactoria y como first person shooter no tenemos absolutamente nada que objetar. Es rápido, tiene un buen balance de armas, la sensación de disparo es de lo más suave y certera y el arsenal se siente realmente como algo poderoso. No tiene nada que envidiar a videojuegos multijugador como Halo, Call of Duty o Destiny que se basan enteramente en eso y que dejan un poco la historia en segundo plano (sí, tienen modos campaña, pero su vida básicamente se basa en ese apartado en línea). Arkane no solamente sabe hacer bien niveles, sino que saben hacer que un shooter realmente se sienta bien y que den ganas de no soltar el mando y evitar ser sigiloso para poder sacar a pasear las armas y poder disfrutar del espectáculo.
De hecho, hasta hay niveles que en cierto modo nos han parecido una fusión entre Dishonored y Doom, puesto que hay mil y un rivales a los que abatir y a la vez hay que pensar muchísimo qué estrategia seguir para poder acabar la partida con éxito. No tenemos ningún punto negativo que añadir aquí puesto que el arsenal es lo más variado, hay múltiples opciones de mejora para que las armas sean cada vez más útiles en el campo de batalla y se adapten a nuestro estilo de juego (podemos hacer que sean más estables o que recarguen más deprisa, por ejemplo) y cada una tiene una función específica en los diferentes niveles. Aunque todas ellas se pueden usar sin problemas si es que hay alguna en particular que nos hace especial gracia.
En cuanto al movimiento y sensación general de juego, la verdad es que Deathloop es una delicia. Colt es de lo más veloz y ágil cuando tiene que serlo, y también discreto y silencioso cuando toca. Es un híbrido que hace que la jugabilidad no se sienta tosca en ningún momento y los jugadores puedan pasar de una cosa a la otra sin problema. Arkane Studios, ha sabido dar en el clavo para que tanto jugadores agresivos como jugadores más pasivos puedan encontrar su sitio y puedan adentrarse en el juego como a ellos les parezca mejor, sin reglas, sin nada. Cada uno que haga lo que quiera para completar los niveles. Esa libertad, en un first person shooter, es oro.
Y ya hablando de lo gráfico...
Deathloop es una obra pop que entra por los ojos sorprendentemente bien. Secuencias de música al estilo James Bond, cultura popular por todas partes, un diseño artístico de lo más gamberro repleto de matones, graffitis y explosiones a todo color. Posiblemente sea la obra más colorida que ha firmado el estudio hasta la fecha. Y gráficamente ni hablemos porque hasta nos ha costado encontrarle algún que otro bug (que, cuidado, los hay, por lo menos en la versión que hemos jugado nosotros). Ese desenfoque se hace cuando se recarga cada arma, los focos de luces tan bien puestos, lo medidos que están los vestuarios de los personajes dependiendo de la zona en la que nos metamos. Deathloop podría servir como objeto de estudio y ejemplo como trabajo artístico, eso desde luego.
La ficha técnica
- Título: Deathloop
- Desarrolla: Arkane Studios
- Fecha de lanzamiento: 14 de septiembre de 2021
- Plataformas: PS5, PC
- Precio: 69,99 €