Tremendo 2021 el que se está marcando Capcom. Puede que no seamos realmente conscientes del todo de cómo esta compañía no para de crecer y no para de lanzar nuevos títulos al mercado, cosechando éxitos sin parar y consagrándose como una de las más importantes para la industria de los videojuegos. Capcom ha demostrado, en tan solo unos pocos años, que es capaz de firmar remakes de escándalo (de hecho, hasta se ha convertido en el modelo a seguir para el lavado de cara de videojuegos pasados para que luzcan increíblemente bien ahora mismo y se ajusten a las mecánicas y corrientes actuales), títulos nuevos que consiguen coronarse como verdaderas obras maestras y secuelas que sobrepasan todas las expectativas y se postulan hasta como piezas muy superiores a las versiones originales a las que suceden.
Esto último es posiblemente lo que ha ocurrido con Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin, videojuego que funciona como secuela del Monster Hunter Stories de 2016 para Nintendo 3DS que rompió las reglas sobre las que se sostenía la saga de monstruos de Capcom, dejando a un lado la acción clásica en tercera persona y transformando el juego en un JRPG por turnos al estilo Pokémon prácticamente que consiguió captar a los suficientes nuevos fans como para hacer recorrido propio. Además de, por supuesto, contar con los veteranos de la saga que querían más y más Monster Hunter sin parar, que ya sabéis que esto de cazar monstruos gigantes es como una droga para muchos.
Después de un 2021 en el que hemos tenido Monster Hunter Rise, que responde a esas fórmulas estándar que caracterizan a la saga: crear un personaje, seleccionar y mejorar armas y cazar monstruos sin parar con una historia de fondo a la que nadie presta demasiada atención (aquí mismo podéis leer nuestro análisis sobre el título), llega Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin, una obra que pensábamos ciertamente que iba a colapsarnos muchísimo debido a que, como decíamos, ya hemos tenido nuestra ración de monstruos gigantes anual, y dicen que lo bueno si breve es dos veces bueno.
No obstante, y para nuestra sorpresa, resulta que esta secuela nos ha sentado de maravilla y creemos sinceramente que tiene pocas cosas a envidiar a otros JRPG, pero por otro lado sí es cierto que no innova en demasiadas cosas y que se queda bastante plano para lo que nos tiene acostumbrados Capcom, que es a la evolución y progreso en busca de la superación constante, evitando así el estancamiento. Pero no todo puede ser Resident Evil Village o MH: Rise, a veces también toca sacar obras que simplemente funcionen adecuadamente y que sirvan como continuación.
¿Qué es Monster Hunter Stories?
Como bien habréis todo leer, si es que no tenéis demasiada idea de en qué consiste esta especie de spin-off o saga ya aparte de Monster Hunter, “Stories” cambia las reglas del juego y hace que la saga de Capcom se vuelva una aventura por turnos. Aquí no controlamos a un cazador estándar, sino a un Rider. Es decir, que nos volvemos jinetes capaces de capturar monstruos y hacer que estos nos acompañen en nuestra aventura, peleando codo con codo contra otros seres horripilantes y viviendo una experiencia mucho más cercana a lo que viene siendo Pokémon, porque la naturaleza del juego responde, en parte, a combates por turnos entre monstruos, aunque aquí tenemos la diferencia de que nosotros, como Riders, entramos también en combate y no dejamos que sean las criaturas las que se peguen a nuestras órdenes. Cosa que en parte es mejor porque hace que los enfrentamientos sean más dinámicos y hasta se tengan reminiscencias de lo que es un Final Fantasy con las invocaciones de por medio.
Pero dejando eso a un lado, grosso modo, lo que encontramos en Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin sigue siendo puro Monster Hunter: se nos suelta en una zona que tenemos que explorar (repleta de ítems para mejorar nuestro equipo y demás) y el objetivo principal es acabar con un determinado monstruo que deambula por esa área, que aquí suele estar metido en lo que se conoce como una mazmorra, repleta de otras criaturas que deberemos superar para terminar llegando a ese jefe final de zona y así avanzar en la aventura sin ningún tipo de controversia. Para que os hagáis una idea un poco más clara si venís de otros videojuegos. Los niveles funcionan de forma muy similar a las Guardias de los pokémon dominantes de Sol y Luna. Como “entrenadores” llegamos a un pueblo, lo exploramos y recogemos todo lo que nos interesa (pasamos la fase de loot), seguidamente entramos en la mazmorra de turno y acabamos con todos los lacayos mientas cumplimos los objetivos, y finalmente toca hacer frente al último enemigo mucho más poderoso para conseguir superar la prueba y seguir adelante.
Una exploración justa y un sistema de combate de lo más satisfactorio
En lo que a exploración se refiere, sí que hemos notado que el juego se queda algo corto si lo comparamos con Monster Hunter Rise. Y es que este último contaba con unos escenarios inmensos y muy variados que debíamos recorrer de arriba a abajo montados en nuestro fiel perro. No es que con Stories 2 no podamos hacer lo mismo o estemos frente a escenarios minúsculos (que, a ver, en comparación a nosotros se nos ha quedado algo corto), pero se nota en demasía las intenciones que busca el juego, que es ofrecer un ritmo un tanto más frenético en este ámbito para que los combates no resulten tan pesados. Al ser por turnos, evidentemente el ritmo de juego se queda un poco más estancado y hace que muchos jugadores abandonen a la primera de cambio, cosa que no interesa realmente. Y ya si venís de MH: Rise, las diferencias en ese sentido que notaréis serán inmensas, porque este último está considerado el más rápido de toda la saga en lo que respecta a pegar espadazos a diestro y siniestro. Son géneros diferentes, por supuesto, pero como parten de la misma franquicia hay que tener en cuenta estas diferencias. Básicamente es lo mismo que ocurrió en el pasado con Yakuza: Like a Dragon (podéis leer nuestro análisis aquí), donde se pasó de la acción beat'em up al JRPG clásico por turnos.
E igual que en el juego de SEGA, Capcom también ha conseguido crear una experiencia de combate exquisita, de nuevo, haciendo que los jugadores sean partícipes en todo momento de cada espadazo, golpe o mordisco que se está propiciando a los monstruos míticos de Monster Hunter. Desde fuera, el título posee un sistema de combate clásico, pero en realidad es de lo más inmersivo. El juego hace que el usuario deba aprender los puntos débiles de cada monstruo y pensar detenidamente qué jugada hacer para salir victorioso con buena puntuación, sin quitar tampoco la esencia de machacabotones de Monster Hunter en determinadas secuencias a lo Quick Time Events en el que los jugadores deben estar pendientes de lo que ocurre en pantalla. Es decir, que Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin, no permite que los jugadores se pajareen ni traten los enfrentamientos como algo mecánico. Hace que estos se impliquen, tomen partido y mantengan parte de la esencia base de la saga si es que proceden de ella. Y ese es un gran punto que se lleva Capcom a su favor.
Pero el problema es la monotonía...
Si bien hemos quedado satisfechos con esa exploración, ese sistema de combate y hasta con la personalización y mejora de armas y equipamiento (que no lo hemos mencionado, pero el juego funciona igual que cualquier Monster Hunter en ese sentido), Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin se queda un poco atrás con respecto a Rise o incluso del juego original al que sucede debido a que no se rompe demasiado la cabeza en intentar ser diferente. Se contenta con ser más de lo mismo y no busca superar ninguna de las barreras que se ha establecido con su producto. Se ha mencionado antes a Resident Evil Village porque, en líneas generales, es el ejemplo más fácil de comprender en cuanto a evolución se refiere en este 2021 de Capcom.
La compañía apostó en esa otra secuela protagonizada por Ethan Winters en la creación de escenarios mucho más amplios. En la renuncia (solamente en parte y lo máximo posible) de los espacios cerrados y en la creación de un nuevo lore que explotar, dejando a un lado los míticos zombis y los monstruos y seres horroríficos más habituales de Resident Evil. Se hizo mucho más hincapié en la narrativa y hasta se introdujeron elementos nuevos para que no fuera simplemente un calco de Resident Evil 7. Con MH Stories 2, por desgracia, hemos tenido la sensación que se queda en lo plano y básico, sin evolución, sin querer ser más. Limitarse a contentar no es que esté mal, pero teniendo en cuenta el potencial que tiene Capcom y lo que ha demostrado estos años, puede que esto le haya jugado una mala pasada. Puede que abarcar mucho al final le haya pasado factura...
...Y el conformismo contagioso
Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin es extraordinariamente divertido. Su propuesta es magnífica y la premisa es un valor seguro que la saga Pokémon lleva explotando 25 años. Además, sabe adaptarla para darle la personalidad de la franquicia y definirse por sí mismo sin caer en copias baratas. Elementos como los genes de los monsties nos mantiene en la búsqueda del ejemplar perfecto y su sistema de combate basado en el piedra papel tijera tiene la suficiente profundidad gracias a las habilidades como para que nunca dé pereza buscar una nueva pelea.
Sin embargo, la segunda entrega de esta saga no llenará el vacío que muchos jugadores llevaban años esperando completar. La historia peca del mismo conformismo que las obras con las que viene a competir ofreciendo una narrativa grandilocuente que se queda algo descafeinada y va perdiendo interés conforme pasan las horas. Es cierto que cumple en dificultad y en sus sistemas de recolección, pero rompe el tono en demasiados desahogos cómicos pretendidamente infantilizados y un tono despreocupado en los personajes que no casa para nada con la épica que se nos quiere transmitir.
Monster Hunter Stories 2 puede mirar a la cara a todos los juegos del género con los que se quiera medir, pero a ninguno de ellos por encima del hombro. Sin embargo, no hay que entender esta cierta rabia como un sentimiento negativo. Si nos hubiera gustado que el título nos diese más es porque tiene el potencial para ser la alternativa que los fans de la recolección de monstruos llevan más de una década esperando. Podría haber sido ese juego que creciera con su audiencia que siempre suena y no acaba de llegar, pero disfrutaremos como niños en caso de que queramos ir a por él.
La ficha completa
- Título: Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin
- Desarrolla: Capcom
- Distribuye: Nintendo
- Plataformas: Nintendo Switch y PC
- Precio: 59,99 €