Venimos de Monster Hunter World, uno de los mayores éxitos de la saga, y de videojuegos en general, para Capcom. World, con el paso del tiempo, se convirtió en una de las entregas más importantes de la franquicia, y en un principio no todo el mundo estaba de acuerdo en que solamente estuviera disponible para consolas de sobremesa. Los juegos de Monster Hunter siempre han estado asociados a consolas portátiles. En el pasado ya había habido entregas para sobremesa, en 2004 para PlayStation 2, sin ir más lejos. Pero a medida que han ido pasando los años la esencia del juego se fue perfeccionando en esos dispositivos portátiles. Para que tengáis una comparación a mano, es como Pokémon: una saga que se entiende que es para llevarse a cualquier sitio y no jugar estrictamente en una pantalla grande o mediana enchufada en un salón, anclando al jugador en el sofá en largas sesiones de juego (lo que viene siendo lo normal, por otro lado) para tener que avanzar o dedicar horas al título.
Sin embargo, la espectacularidad de Monster Hunter World fue tal que los jugadores quedaron absolutamente prendados de su encanto. Y no solo se diferenciaba de muchos por esa característica de sobremesa, porque aportaba grandes cambios a la saga. Uno de ellos era la Garra Retráctil, que llegó con la expansión de Iceborne y permitía que los jugadores se enganchasen a los monstruos para darles una paliza a corto alcance. Los gráficos deslumbrantes y una representación de escenarios y monstruos muchísimo más detallada también fueron puntos vitales para que World se postulase como uno de los Monster Hunter más relevantes e impactantes para el público.
Y cuando pocos creían que eso podía ser superado ha llegado Capcom de nuevo para publicar Monster Hunter Rise en su híbrida de Nintendo para demostrar que a pesar de que a simple vista esta saga pueda parecer de lo más simple y que va a pegársela de un momento a otro, la cacería de monstruos no conoce límites y puede reinventarse tantas veces como quiera para continuar siendo motivo de atracción para la comunidad de jugadores.
Lo de siempre, sí, pero fresco
Monster Hunter Rise plantea una aventura gigantesca que cuesta de abarcar y que hasta puede llegar a abrumar a muchos. Partiendo de las mismas bases, es decir que construye el juego a raíz del mismo ADN que las demás entregas, Capcom elabora aquí un cóctel a caballo entre lo presentado en Monster Hunter World y las obras clásicas de la saga para que, una vez más, Monster Hunter dé otro paso hacia adelante y continúe evolucionando, sin estancarse ni caer en la redundancia constante sin ofrecer demasiadas novedades a los jugadores. Esto parece una tontería, pero hay sagas y franquicias como Call of Duty, por otro lado, que aunque nos encanten y sigamos dedicando cientos de horas a cada nuevo juego que sale estas, grosso modo, continúan brindando la misma fórmula una y otra vez. Sin variar en su sistema de combate o añadir novedades jugables que sean lo suficientemente profundas como para destacarse. Y eso tampoco es que sea malo, pero hace que cada vez sea menos sorprendente toparse con un nuevo título de dicha saga (sea la que sea).
No os voy a mentir, porque la primera vez que me topé con Monster Hunter Rise pensé justamente eso: otra vez a matar monstruos sin parar. Pero fue fallo mío no confiar en Capcom y en Nintendo, porque la vuelta la tortilla que se le ha dado a la esencia del juego es de lo más atractiva y desde luego invita tanto a jugadores novicios como experimentados a acercarse al juego para poder vivir esta nueva cacería como nunca antes se ha hecho.
Ahora bien, lo que viene a ser el concepto final y base del título es el mismo (y ya se ha mencionado): hay que ir aceptando misiones de caza, dirigirse a las zonas donde residen los monstruos que tenemos que abatir y combatir contra ellos hasta la muerte. Punto y final. No hay nada más que hacer. Básicamente es lo que se ha realizado siempre en la saga y los jugadores recurren a ella precisamente para eso, para enfrentarse a bestias gigantes que están claramente en superioridad de condiciones e intentar destrozarlas con todo tipo de armas. En solitario o con amigos. Y Monster Hunter Rise, por supuesto, no cambia para nada eso. No se intenta reformular lo que son las bases del juego para que este se convierta en otra cosa que no sea un Monster Hunter. No se busca hacer lo que se hizo con Metal Gear Survive. Es decir, poner un nombre de una saga mítica que responde a unos estándares marcados (sigilo, narrativa profunda, etc) para romper con todo eso y colar otro tipo de producto totalmente diferente para aprovechar el tirón del nombre. Porque, seamos sinceros, Survive era de todo menos un Metal Gear (aunque eso también puede aplicarse a Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, ¿no?).
En cualquier caso, Capcom y Nintendo han mantenido ese ADN que tanto representa a la saga intacto y lo que ha hecho es centrarse en añadir un mayor número de monstruos, nuevos desafíos, nuevos tipos de misiones, un look opuesto a lo que vimos en World, mapas enormes, mascotas y, lo mejor de todo: un sistema de combate que hace que Monster Hunter Rise sea el más rápido y dinámico hasta la fecha. Y no exagero para nada, porque realmente los enfrentamientos se vuelven en algunos casos casi como un hack and slash y se aparca ese toque táctico que podían tener otras entregas. Monster Hunter Rise nos sitúa en la aldea de Kamura, que se está viendo constantemente asaltada por una serie de monstruos espeluznantes a los que deberemos cazar para poner la aldea a salvo. Como bien se ha comentado antes, aquí se sigue la tónica del resto de entregas, sin demasiadas novedades. Ahora bien, en su jugabilidad y en sus mecánicas es donde encontraremos lo mejor del juego, cosa que desgranaremos a continuación.
Personalización completa
Antes de salir de caza, eso sí, toca hacer lo de siempre: crear a nuestro personaje con el aspecto que queramos y equiparlo con las armas clásicas que habitualmente se han podido ver en la saga: espada larga, arco, ballesta ligera o pesada, etc. Pocas novedades vamos a ver en este sentido, en lo que ítems disponibles se refiere hablando en términos de arsenal y personalización, puesto que siendo sinceros tampoco es que esto se pueda expandir mucho más teniendo en cuenta que de serie ya se cuenta con un grandísimo número de armas y que los jugadores ya tienen más que suficiente donde elegir. Y lo mismo ocurre con las armaduras y las diferentes partes que protegen nuestro cuerpo.
Para poder subir esas armas y armaduras de nivel para así poder enfrentarnos a monstruos mucho más poderosos y derrotarlos sin problemas, lo que deberemos hacer es ir recolectando materiales (y dinero, claro) para poder desbloquear nuevas variaciones y así convertirnos en cazadores veteranos en el juego. Si tenéis experiencia en la saga, sabréis de sobra que es un proceso que lleva unas cuantas horas y que no se consiguen buenos equipos en un abrir y cerrar de ojos. Es un proceso largo que, además, ayuda al jugador a familiarizarse aún más con su equipo y hacer que este lo controle y domine por completo para realizar los mejores combos en combate.
Además de esto, también podremos comer antes de ir a las misiones para que nuestros atributos sean mejores. Si bien en el pasado comíamos platos combinados, ahora comeremos dangos, que nos pueden aumentar el ataque y la defensa, acelerar el afilado de armas, incrementar el tiempo de montura... Ya depende de lo que nos interese a nosotros y cómo queramos enfocar cada combate, porque cada monstruo tiene sus propias claves y es mejor adecuarse a ellas para salir victoriosos con mayor facilidad. Hasta aquí todo como siempre podríamos decir, pero la cosa mejora cuando sacamos la espada a pasear.
Un sistema de combate de diez
El sistema de combate de Monster Hunter World ya invita a ser agresivo. La Garra Retráctil ya metía esa chispa en el jugador de querer saltar cada dos por tres a por el monstruo y pegarse a su cuello, cabeza, espalda o patas para clavarle los puñales, la lanza o lo que sea hasta el fondo e ir restándole vida. Pero claro no era realmente una estrategia óptima a seguir, porque a poco que el monstruo se sacudiese nos enviaba a paseo y nos dejaba indefensos, porque nuestro personaje se quedaba como medio aturdido y levantarlo del suelo a veces era toda una tortura. Y no digamos ya ponernos a dar volteretas o a intentar escapar cuando el monstruo cargaba contra nosotros directamente. En cierto modo, hasta podía ser complicado a veces realizar determinadas esquivas para huir de ataques mortales. Eso, indirectamente, provocaba que en niveles inferiores a Rango G los jugadores fueran con mucha cautela y midieran bien cada golpe, manteniendo una distancia más o menos prudente y lanzarse solo cuando las cosas estaban claras. Pero Monster Hunter Rise ha llegado para cambiar eso.
Gracias al Cordóptero, una nueva herramienta que podemos usar en combate y cuando queramos, permite que los jugadores puedan escalar y realizar grandes saltos en mitad de los enfrentamientos, lo que supone un incremento de la velocidad y la agilidad del personaje que aumenta las posibilidades de enfocar cada batalla, además de ampliar la gama de combos disponibles con cada arma, por supuesto. Este Cordóptero tiene sus propios ataques que hasta hacen que los monstruos se enreden y queden aturdidos. Eso deja abierta la posibilidad a los jugadores de que puedan montar a la bestia y controlarla. Es decir, que pueden subirse a lomos del bicho que toque y atacar a otros seres. O estamparlo contra la pared para ir restándole vida, ya depende de lo que queramos. Esta mecánica genera que la caza de monstruos sea pueda ver desde otro punto de vista, porque se bien en World estábamos solos en el campo de batalla (a no ser que estuviéramos jugando en cooperativo) con nuestras armas únicamente, ahora podemos ir a buscar un monstruo grande de la zona e ir a por el que es nuestro objetivo para que la tarea sea más fácil. Combatir el fuego con fuego.
Que además a ese sistema de combate habría que sumar que aquí no hace falta rastrear monstruos en las misiones. Aquí los tenemos marcados en el mapa y vamos directamente a por ellos. Sin miramientos y sin perder el tiempo. Cosa que también aligera mucho lo que son las partidas y hace que no tengamos que perder tanto tiempo buscando pistas y reuniendo rastros de monstruos (al fin y al cabo ya sabemos lo que vamos a cazar).
Aunque esos monstruos no serán lo único que podremos montar, porque en Monster Hunter Rise estaremos acompañados en combate por los Canyne y Felyne. Aunque no podremos cabalgar con el segundo sí podremos hacerlo con el primero. Una opción que os recomendamos desde aquí (si tenéis pensado comprar el juego) para poder recorrer los mapas más rápido. Si creíais que Monster Hunter World iba a ser el más grande por esa coletilla de “World” no podíais estar más equivocados, porque los mapas de Rise son una absoluta demencia. La híbrida de Nintendo, aún ofreciendo una calidad técnica menor, posee los mapas más grandes de Monster Hunter. Escenarios inmensos que poseen tanta verticalidad como horizontalidad (gracias al Cordóptero) repletos de monstruos.
Para complementar las misiones de cacería estándar, tendremos las Misiones del Frenesí. Si venís de Monster Hunter World son las que equivaldrían a hacer frente a Zorah Magdaros. En este tipo de misiones se nos encomienda la tarea de defender a la aldea de un ataque de monstruos múltiple. Aquí no hay que ir de caza sino prepararse para repeler a tantos seres como podamos manteniendo la aldea intacta. Para ello, deberemos construir ballestas, trampas y hasta llamar a otros aliados para que nos echen un cable y así acabar con esas oleadas de monstruos. Es un tipo de misión que viene excelentemente bien para descansar un poco de tanta cacería en solitario (o en cooperativo) y jugar a Monster Hunter de un modo un poco diferente. Si en las misiones de la aldea nuestra tarea es hacer, digamos, un 1v1 contra otro monstruo, aquí tenemos que enfrentarnos a un montón de ellos lanzándoles bombas, ballestazos, atrapándolos en trampas, etc. Es como un modo horda de Gears of War, pero aplicado a Monster Hunter, lo cual le da ese toque de aire de fresco que a veces se necesita para continuar con la partida y descansar si un monstruo, por ejemplo, se nos ha atragantado.
Sin nada que envidiar a consolas next-gen
Cierto es que con Nintendo Switch no estamos en la “next-gen” y que últimamente se ha hablado hasta la saciedad de los tiempos de carga que poseen Xbox Series X/S y PS5. Pero puede que en parte se haya subestimado a la híbrida, porque si bien, evidentemente, no posee el hardware de las máquinas de Microsoft y Sony, los tiempos de carga de Monster Hunter Rise son prácticamente nulos. Apenas hay que esperar unos segundos para pasar de la aldea al nivel de la misión o al inventario o a la mejora de armas. En Monster Hunter World (usamos este como referente porque es el último al que hemos jugado y ha estado disponible en PS4, Xbox One y PC) los tiempos de carga eran eternos. El tiempo que se tardaba en aceptar la misión y pasar a ella, más la espera hasta desplegarnos en el escenario, hacían que muchas veces tuviéramos que coger el móvil para rellenar el tiempo que estábamos perdiendo mirando lo típico de “Cargando...”. La potencia a la que rinde Monster Hunter Rise nos ha dejado sin palabras, y más teniendo en cuenta que tiene esos mapas enormes que hasta se hacen difíciles de recorrer en una misma partida.
Nintendo Switch podrá ser muchas cosas, pero tampoco es que tenga demasiado que envidiar a otras consolas. Además, aunque gráficamente está por debajo de lo que vimos en World, Rise tampoco luce nada mal y hasta parece justificado que tenga ese estilo visual más clásico, porque supone el regreso de la saga a las portátiles (aquí con opción híbrida de sobremesa) y hace que Monster Hunter continúe siendo una aventura como de serie B para muchos (no malinterpretéis esto como que tiene gráficos malos, porque no es así, me refiero a esa vestimenta más batallera).
En resumidas cuentas, Capcom ha logrado repetir éxito con otro Monster Hunter más. No hablamos de ventas, porque en el momento que se está escribiendo este análisis se desconoce por completo esa cifra, sino en saber brindar otro juego más de la saga, con las mismas bases, pero ampliando sus horizontes y adaptándolo cada vez a las fórmulas de juego actuales. Más dinamismo, más frenetismo, escenarios más abiertos y un sinfín de horas que dedicarle.
La ficha completa
- Título: Monster Hunter Rise
- Plataformas: Nintendo Switch y PC
- Desarrolla: Capcom
- Fecha: 26 de marzo de 2021
- Precio: 59,99€