Yo era uno de esos tipos raros a los que, cuando le pedían recomendación por un juego, una de las opciones era un título llamado NieR. "¿Eso qué es?", me decían. Y cuando lo explicaba, solían responderme: "Bah, tampoco quiero esas frikadas, prefiero algo más normalito". El tiempo pone todo en su sitio, y esas voces, algunas de ellas, me dieron la razón con la saga cuando salió NieR Automata. Aunque seguían echándose atrás a la hora de disfrutar del original, por varios aspectos, como sus gráficos o los textos en inglés.
Ahora, no hay excusa. Llega NieR Replicant para redimir los pecados. Es difícil definir qué es. Porque ni es ni remake, ni remaster. Podemos describirlo como una versión mejorada del juego publicado en 2010. Básicamente, la trama es la misma, con matices y novedades. Además, de gráficos mejorados y una jugabilidad menos tosca que la de hace una década: con herencia de NieR Automata, en una saga que se retroalimenta. Ah, y textos en perfecto español.
Hay tantas cosas de decir del juego que es difícil saber por dónde empezar. Además, hay que tratarlo con mucha delicadeza, ya que un mínimo spoiler puede llegar a estropear sorpresas que os dejarán la boca abierta, y que hacen de este juego algo único, especial y sobre todo emocional. Solo como anotación, aunque seguramente ya lo sepáis, NieR nació como spin-off de la saga Drakengard; concretamente de uno de los finales de dicha serie. Un asunto que ha heredado y del que podéis haceros una idea de la complejidad narrativa que esconde esta obra.
Por cierto, el nombre oficial es NieR Replicant ver.1.22474487139..., pero no le busquéis explicación. Según Yoko Taro, son números puestos al azar.
Vamos por partes. El juego nos pone en la piel de un protagonista al que nosotros mismos le pondremos nombre, aunque es el clásico arquetipo de mozalbete con pelazo propio de Square Enix. El cometido es el de salvar a nuestra hermana, que tiene una enfermedad incurable llamada necrosis rúnica, llevándonos a explorar un postapocalíptico y desolado mundo, repleto de llanuras y alguna que otra aldea medieval y mística. El personaje principal varía del juego que nos llegó en Occidente, ya que ahí la trama no iba de salvar a nuestra hermana, sino a nuestra hija. Este remake se basa en la versión Replicant que en su día no salió fuera de Japón, por eso el cambio de roles.
Pero, el resto de la aventura es, a grosso modo, la misma de hace 10 años. Es un viaje especial en el que nos encontramos pocos personajes, pero maravillosos. Comenzando por Grimoire Weiss, un libro parlanchín que nos ayuda con su magia en los combates del juego. Tomamos su control -como el Pod en Automata- por lo que es una extensión del personaje gracias a sus poderes y habilidades, que luego repasaremos.
En un propósito tan especial, a lo largo de la aventura también se unirán dos secundarios que acaban teniendo tanto protagonismo o más que el personaje principal, ya que sus tramas se conectan de forma magistral. Por un lado está Kainé. Es cierto que su vestimenta no es la más adecuada. A pesar de eso, es tremendamente carismática gracias a sus constantes improperios y a la historia que tiene detrás. Mención especial a la genial traducción del juego, detallando a la perfección los infinitos tacos que suelta por su boca. Por otro lado está Emil, que va con los ojos vendados por una maldición.
Hay muchísimas cosas que podríamos decir de estos dos personajes, pero perdonad que no vayamos a más. Kainé y Emil son dos de los personajes mejor construidos que recordamos. Sus inquietudes, miedos, sufrimiento y causas nos erizan la piel, generando una empatía bestial con ellos gracias a las inmensas casas de profundidad que envuelven a lo que han vivido. A lo que han tenido que pasar.
NieR Replicant es un juego muy duro en este aspecto. Os dejará huella. Os dejará rotos. Aunque, para ello, hay que atravesar alguna capa de superficialidad. Si os habéis pasado NieR Automata, sabréis a qué nos referimos, porque este juego hizo lo mismo, pero antes. Ver los créditos de la aventura por primera vez os llevará unas 20 horas, aproximadamente. Pero eso no significa que, ni mucho menos, os hayáis pasado el juego. Es muy importante tener esto en cuenta, porque es el concepto del juego. No es ver extras o exprimirlo al máximo. Simplemente, es que el verdadero NieR empieza una vez has completado la primera vuelta. Hay varios finales y solo una vez hayáis vistos todos, podréis considerar que la aventura se ha completado.
Hay varios finales. La segunda partida comienza desde un punto determinado. Avanzando desde ahí, veremos cómo la trama se complementa, responde preguntas y nos golpea cada vez más fuerte. Por poner un ejemplo cercano. Si The Last of Us 2 os dejó con mal cuerpo por su dualidad entre lo que está bien y mal. Sobre lo correcto y lo ético. Nier Replicant, directamente, te asesta una cuchillada en el corazón y te lo retuerce una vez dentro.
Dejando el argumento a un lado, porque estoy teniendo sudores fríos para no hablar más de la cuenta para no estropearle a nadie la experiencia, vamos a repasar el juego en sí. Si es la primera vez que os acercáis a este NieR, tened en cuenta que es una adaptación de un título de 2010. Eso tiene varias connotaciones. Por un lado, el arranque es bastante lento.
Nos pasearemos de un lado al otro, especialmente visitando la casa de nuestra hermana Yonah y la biblioteca donde está Devola, otro personaje importante en la trama. En el camino, alguna otra misión que nos instruye los conceptos más básicos del juego, como la exploración o la realización de tareas secundarias que son, sin duda, lo peor del conjunto. No aportan nada y simplemente nos tienen de recadero para conseguir hierbas, plantas o huevos de gallina. Ya pasaba también en Automata; el arranque es duro, pero todo lo que viene después merece, y mucho, la pena. El juego brilla cuando hacemos sus misiones de la historia, a las que si bien se le notan las costuras de los años en su desarrollo, la trama hace que dejemos a un lado las taras, y nos pongamos a masacrar sombras o enemigos de hojalata como descosidos.
Como hemos rescatado antes, el combate se ha mejorado con respecto al NieR original, donde los movimientos del protagonista eran bastante toscos. Aquí toma la herencia de su descendencia, con un sistema más dinámico que os recordará a NieR Automata gracias a un mayor dinamismo y versatilidad, sin perder su esencia. Aunque el desarrollo de esta nueva versión corre a cargo de Toylogic, desde Platinum Games también han estado pendientes, aportando esa experiencia y supervisando para hacer el mejor juego posible. Además, como os podéis imaginar, jugar a resolución 4K y a maravillosos 60 FPS que no se resienten en absoluto ni siquiera en los momentos de mayor eclosión, resulta una experiencia verdaderamente fabulosa y necesaria en los hack and slash o Action-RPG.
Las batallas son épicas, incluso con los personajes más estándar, y tendremos una suerte de posibilidades espada en mano, con movimientos de esquivas, bloqueos y la posibilidad de romper las defensas enemigas. Y de hacer un montón de hechizos gracias a Weiss. A medida que recorremos escenarios del juego, como la Chatarrería -odio ese lugar- o la arenosa ciudad de Fachada, entre otros, acabaremos con nuevos rivales y podremos mejorar nuestro nivel de combate; ya sea subiendo de nivel, encontrando nuevas armas o palabras.
Sí, palabras. Al vencer enemigos obtendremos este "poder". Porque el donde la palabra es eso, un poder. Y podremos impregnárselo tanto a las armas como a los ataques mágicos. De esta forma, se potencian los stats con mayor potencia de ataque, de magia o mayores recompensas en los objetos que dropeamos de los enemigos. Un añadido curioso que, sinceramente, no aporta demasiado. Basta con revisitarlo de vez en cuando y elegir que el juego ajuste automáticamente las palabras más poderosas.
Hay varios añadidos en el juego en forma de sorpresas que no os vamos a destripar, incluyendo una historia adicional de una hora de duración que tiene lugar en un barco varado y que no estaba en el original, aportando más al lore del juego y los personajes.
Otro elemento siempre presente y fabuloso es la banda sonora de NieR Replicant. No os la sacaréis de cabeza tras las sesiones de juego porque es, absolutamente, maravillosa. Keiichi Okabe y su equipo en Monaca han mejorado la obra original, regrabando temas, algunos de ellos más largos que en el juego original, y añadiendo más profundidad al combate. Además, se han compuesto temas nuevos para esta versión. Es una auténtica delicia y sus tonos corales y melancólicos encajan de una forma brutal e incluso sobrecogedora en la obra.
Ficha técnica
Título: Nier Replicant
Desarrolla: Toylogic y Platinum Games
Plataformas: PlayStation 4, Xbox One y PC (retrocompatible con PS5 y Xbox Series)
Lanzamiento: 23 de abril de 2021
Precio: 59.99€