Resulta curioso ver cómo diferentes estudios y compañías buscan innovar en sus proyectos, pero siempre intentando mantener firmes las características que los hace reconocibles a ojos de los jugadores y que, con el paso del tiempo, les ha permitido hacerse un hueco en la industria. El pasado mes de noviembre de 2020, os traíamos el análisis de Yakuza: Like a Dragon (también escrito por un servidor). En él, reflexionábamos sobre cómo SEGA había realizado una estrategia totalmente opuesta a la de Square Enix con su Final Fantasy VII Remake. Este último, cambió de forma radical el sistema de combate original para intentar llegar a un público mucho más amplio a la vez que se adecuaba más a las fórmulas y estilos de juegos actuales. Los combates por turnos, para muchos jugadores, estudios y compañías, se están quedando obsoletos. Pero puede que eso solo sea dependiendo de cómo se hagan esos combates.
SEGA entendió eso a la perfección y transformó su beat'em up en un JRPG clásico con una nueva historia y un nuevo protagonista al que seguir la pista en Yakuza. Es, de lejos, una de las jugadas más arriesgadas que hemos visto recientemente. No es que sea la primera vez que veamos algo así, porque, por poner un ejemplo que va bastante pegado a la actualidad, Resident Evil 7 también fue, en su momento, un duro golpe sobre la mesa de la mano de Capcom. Cambiar de tercera a primera persona no es sencillo, pero si se estudian bien los rasgos principales del género sobre el que se trabaja, suele funcionar correctamente. Y, para muestra, ahí tenéis a Resident Evil Village, justo en el punto de mira de todos los seguidores de la saga, tanto de los veteranos como los que llegaron por esa cámara subjetiva. Tal fue el éxito de la entrega protagonizada por Ethan Winters que hasta ha conseguido una secuela.
Bloober Team se ha unido a ese grupo de estudios y compañías que están apostando por los cambios radicales en la concepción de sus proyectos. ¡Hasta CD Projekt lo ha hecho con Cyberpunk 2077! El estudio polaco (no el de los responsables de The Witcher que acabamos de mencionar), por norma general, ha presentado títulos de alta inmersión para los jugadores centrándose en la primera persona. Es bien sabido que ese tipo de cámara (o plano, dependiendo de cómo lo miréis) es el ideal si se busca que el jugador esté mucho más metido en la obra que toque. Ya sea en videojuegos o en cine, es una técnica perfecta para que el jugador o espectador se vea involucrado en la historia. Bloober Team, hasta la fecha, habían firmado juegos como Blair Witch, Observer o Layers of Fear. Todos ellos en rigurosa primera persona y con atmósferas excelentemente construidas. Ahora, sin embargo, toca saltar de generación y por tanto toca “actualizarse”. Toca renovarse, mirar hacia el futuro y probar cosas nuevas, y eso es justo lo que ha hecho el estudio con The Medium, su título más ambicioso hasta la fecha.
En The Medium, Bloober Team pasa no solo a la tercera persona, sino también a la pantalla dividida explicando la misma historia exactamente de forma paralela, en dos mundos diferentes: el real y el del más allá. Como habréis podido ya suponer, en el juego nos metemos en la piel de una médium que, atormentada por la visión del asesinato de un niño, toma la decisión de ir a un complejo hotelero que fue escenario de un acontecimiento terrible. En este análisis no vamos a dar más detalles de la trama para no entrar en ningún tipo de spoiler, pero más o menos ya os podéis figurar por dónde van los tiros si sois habituales del estudio y habéis tocado algún que otro producto de terror.
Lo que sí vamos a decir, sin ningún tipo de tapujo, es que las actos que componen la historia nos han parecido de lo más redondos. Nos han sorprendido gratamente los giros de libreto que se gasta The Medium y lo poco preciso que resulta, en varios puntos, en transmitirnos si estamos o no cerca del final. Esa chispa suma un plus a que queramos proseguir jugando sin parar hasta desmarañar todos los misterioso que Bloober ha dibujado para este juego de next-gen.
La gran dificultad aquí del estudio ha sido tener que recrear dos mundos muy diferentes que funcionen al mismo tiempo. Es decir, que no solamente vamos a ver simultáneamente ese mundo espiritual y real a través de cinemáticas, sino que también vamos a poder jugar en ambos planos sin necesidad de cortes o pantallas de carga. La verdad es que ese mundo real nos ha parecido alucinante gráficamente, pero donde realmente se ha lucido el estudio ha sido con la recreación de ese plano espiritual. Pero puede que peque demasiado de ser más parecido a un mundo de fantasía que a uno de terror. No es que el objetivo principal del título sea el de tenernos saltando de la silla cada dos por tres, pero se olvida en bastantes ocasiones de que es un producto que se vende como algo de género de terror. No obstante, eso no quita que determinadas secuencias nos hayan puesto los pelos de punta.
Bloober Team, por otro lado, y ahora entrando ahora ya en términos más de gameplay, plantea un desafío de lo más interesante: nos hace buscar pistas para poder resolver los diversos misterios, puzles y entresijos combinando los dos mundos. En otras palabras, que hay que pasarse cosas de uno a otro para poder proseguir con la trama, por lo que no es solo un espacio el que debemos explorar y estudiar, son dos. Y ahí es donde sale a relucir su interesante jugabilidad y el potencial técnico de las nuevas Xbox.
Cada uno de los dos mundos tiene, digamos, unas mecánicas especiales. Por ejemplo, en el mundo espiritual podremos ponernos escudos de luz que nos protejan de los enemigos (aunque no hay un sistema de combate per sé), así como también realizar pulsos y destellos que nos permitan acceder a caminos que en el mundo real nos es imposible. En este último, por el contrario, estamos más limitados y nos ceñimos a realizar acciones totalmente normales, como abrir puertas o mover objetos. Sin embargo, aunque este no esté dotado de la misma fantasía que el primero, es solo a través de él mediante el cual podemos avanzar en los diferentes niveles que componen el título. Por lo que, en el fondo, ese mundo espiritual es simplemente complementario. Es, por así decirlo, la cara B de la historia. La cara oculta que nadie percibe ni puede ver. La que nos demuestra que hay hechos que quedan grabados a fuego en algunos lugares, así como aquellos que los vivieron en su momento.
Principalmente, lo que más llama de su jugabilidad es precisamente esto, pero lo cierto es que en cuestión de mecánicas, The Medium es bastante sencillo y solamente se limita a cumplir. Si hemos jugado a los anteriores juegos del estudio, es posible que hasta echemos en falta parte de la jugabilidad de Blair Witch, con su pequeño “sistema de combate” (que tampoco lo era realmente) y su exploración algo más abierta. En ese juego que partía de la película de 1999 dirigida por Eduardo Sánchez y Daniel Myrick, podíamos movernos con mayor libertad por el bosque de Maryland. Aunque el terreno, al fin y al cabo, también estuviera delimitado, por lo menos no estaba totalmente guiado, como sí lo está The Medium. Eso, en parte, le resta algo de fuerza a la palabra “exploración” cada vez que debemos buscar pistas para proseguir al siguiente nivel, dado que el estudio prácticamente nos lo da todo a pedir de boca para que sigamos la trama sin demasiadas controversias.
Y esto último no es para nada malo, porque hace que el jugador realmente se mantenga enganchado y esté en constante evolución con el personaje. En muchos casos, de hecho, no poder seguir el juego con cierta facilidad es hasta un problema porque hace que el usuario desconecte por completo de lo que le están contando. Pero sí es cierto que algo más complejidad no le habría venido nada mal al juego.
No obstante, su apartado técnico hace que todo mejore y que al final ese camino que nos dejan claramente marcado sea un paseo maravilloso. De nuevo, puede que el mundo real no nos llame demasiado la atención y lo veamos muy normal, pero ese mundo espiritual, en el que los colores, la iluminación, los monstruos y las presencias van apareciendo y variando poco a poco, hacen que gráficamente The Medium nos haya encantado. Nosotros hemos podido realizar el análisis en Xbox Series X, pero recientemente el estudio confirmó que en una Xbox Series S el juego también luce impresionante. Y, si lo queréis en PC, aquí tenéis las especificaciones. Puede que no sea una muestra exacta de todo el potencial que pueden explotar las nuevas Xbox, porque estamos al principio de la generación y aun hay mucho camino por delante, pero desde luego, igual que hizo Gears 5: Machacacolmenas en su momento, nos ha dejado alucinados en muchos aspectos. Sobre todo, insistimos, en esa iluminación. Además, la renderización simultánea de los dos mundos demuestra la bestia que es Series X (y Series S).
La ficha completa
- Título: The Medium
- Desarrolla: Bloober Team
- Fecha de lanzamiento: 28 de enero de 2021
- Plataformas: PC, Xbox Series X/S
- Precio: 49,99 € (gratis en Xbox Game Pass)