Blair Witch es uno de los juegos que más expectación han despertado en los últimos meses entre los fans del terror y todo aquel curioso que, antaño, viese la famosa película de horror, que creó escuela en el género de la "cámara al hombro". Nos hemos enfrentado a este título, y lo cierto es que, en cierta medida, nos ha ganado la partida él a nosotros. ¿Queréis saber por qué? Seguid leyendo, porque la explicación viene por sí sola. Para empezar: ¿qué es Blair Witch? ¿Qué aporta al mundo de los survival horror? ¿Es siquiera meritorio de reconocimiento en un entorno tan sobrecargado por el terror en primera persona? Sí, totalmente sí. Y más que comprensible. Probablemente nos encontremos ante una pieza que solo algunos paladares sabrán degustar, pero a la vez, una de las más sorprendentes e interesantes de los últimos compases de este año 2019.
Lanzar un título en ciernes de la llegada de titanes como Gears 5 o incluso algún que otro indie tan esperado como Blasphemous puede parecer una locura, pero el hecho de que Blair Witch se presente, entre otras opciones, como uno de los integrantes del catálogo de la suscripción de Microsoft nos hace pensar. Bienvenidos a una historia que acontece en el mismo entorno de la conocida película, que tiene lugar en un bosque del que va a resultar imposible salir, y cuya ambientación resulta una mezcla de paranoia, oscuridad y hechos sobrenaturales. Pero lo que podría parecer un simple competidor en el campo de un género que parece podríamos empezar a llamar FPH (first person horror), con figuras como Outlast o Layers of Fear (cuya segunda parte no ha destacado absolutamente por nada), resulta una sorprendente combinación. Llegamos al maldito bosque acompañados de Bullet, nuestro simpático perro, que nos va a ser de gran ayuda, por cierto, ya que va a marcar la pauta de acción. Va a reaccionar al entorno. Va a buscar pistas. Va a guiarnos.
El mejor amigo del hombre asustado
Bullet es, además, un perro realista en ocasiones hasta un nivel que nos hace cogerle cariño y temer desde primera hora que pueda ocurrirle algo. Para los más cercanos a los animalistas: no os preocupéis. A Bullet no le pasa nada en ningún momento, pues el juego está programado para que él no reciba ningún daño. Pero todo sea por encontrar al chavalín de 9 años que ha desaparecido en Burkittsville, Maryland. Acontecimientos que tienen lugar por cierto dos años después de la película de terror.
Un terror al que, por cierto, nos podremos enfrentar. Bueno, en parte. Hay zonas que no nos permiten luchar, sino momentos en los que escondernos. Por cierto, son situaciones difíciles de superar. Tanto, que llegamos a sentirnos incómodos en un par de ocasiones. Pero ya no se trata de lo complicado que resulta que no nos sigan el rastro o que nos detecten, sino porque el juego, en todo momento, nos desorienta. Se trata de los paisajes naturales más horrorosos a la hora de explorar que os vais a encontrar en años. Podríamos decir que está mal, pero es que el juego está creado justamente así. Para hacernos sufrir. Para que no sepamos dónde demonios estamos. Para que no tengamos una ruta de escape clara, ni podamos tomar un maldito árbol como referencia. Lo que nos puede sugerir una sensación frustrante es en realidad una absoluta pasada en lo que se refiere a desorientación y a provocar ansiedad. Y es que, amigos, este juego, precisamente, nos remite a situaciones del pasado que han sido terribles para el protagonista. Un juego psicológico en el que la vista, el ritmo cardíaco y las constantes vitales del protagonista se ven afectadas por su estado nervioso. Y con un conjunto así, os aseguramos que llega un momento en el que nos sentimos desbordados.
Más explorar y menos leches
No obstante no os vayáis a imaginar una situación de acción medianita: los "combates" suelen basarse en Bullet atacando y ladrando y nosotros tratando de espantar bichos (no demasiado ostentosos) a los que alumbramos con nuestra linterna. De hecho, lo más "simple" en el juego son estas situaciones. Difíciles a veces, pero en general, pasan "a hurtadillas", sin llamar demasiado la atención. Lo que destaca, sin duda, es la ambientación y el efecto ambiental. No sabemos dónde estamos, cuesta seguirle el rastro al perro a veces, y el hecho de relacionarnos con él acariciándolo o dándole algún premio hace que la soledad incluso se haga más palpable. Una soledad que no es tampoco muy duradera, eso sí, pues en unas 5 horas hay quien ya ha podido pulirse el título. Pero es una experiencia que no está pensada para ser tan duradera, o el terror podría saturar.
Nos queda solo hablar del apartado gráfico y lo cierto es que nos gustaría ser metódicos: Blair Witch no juega en el entorno de los “mayores”, sino que está bastante en contacto con el mundo indie, pero pese a ello, el efecto de película en las grabaciones (contamos con una cámara capaz de alterar la realidad rebobinando o avanzando en el vídeo que imita muy bien el estilo antiguo), la oscuridad, las sombras y los rayos de luz están bien. El comportamiento de Bullet es excepcional, si bien en general, estamos ante un juego medianito. No es brutal. No es desagradable. Es, sencillamente, un título en la franja de lo admisible y con una ambientación muy bien conseguida.