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Análisis de Splatoon 3: Mejora sus puntos flacos, sigue firme en sus fortalezas

Análisis de Splatoon 3: Mejora sus puntos flacos, sigue firme en sus fortalezas

En MGG ya hemos jugado a Splatoon 3, el nuevo título de Nintendo en un año para enmarcar en Switch. Si Xenoblade apuntaba a GOTY, este vuelve a demostrar que es la mejor nueva saga de la Gran N.

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Se suele decir que una buena idea no tiene precio, aunque yo no estoy de acuerdo. Durante mis 30 años de vida me he dado cuenta de que ideas se pueden tener muchas, pero no siempre es fácil llevarlo a cabo de forma satisfactoria; y esa parte no suele ser además la más alabada. Quizás provenga de que somos hijos de una cultura grecolatina, donde el pensamiento estaba en un estrato superior al trabajo práctico.

Pero cuando esas dos patas se dan la mano, la de la idea y la de la ejecución, tenemos frente a nosotros videojuegos como Splatoon. Porque el shooter de Nintendo es la gran idea "un juego de disparos con pintura en el que el objetivo es pintar más que el rival", con una ejecución técnica de 10. Tal es así que mientras otras fórmulas como Mario Strikers da señales de fatiga 15 años después de su anterior entrega, Splatoon lleva tres desde 2015 sin dejar de divertir.

Diversión asegurada

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Nosotros ya hemos jugado a la tercera entrega, que se lanzará el próximo viernes 9 para Nintendo Switch, y os podemos contar que la fórmula sigue tan fresca como el primer día. Los pulpos y calamares más famosos del videojuego están preparados para ser uno de los mejores juegos del año.

Decimos esto porque esta semana en Tintelia ha sido de lo más divertida. De hecho, si hay que poner una nota en cada aspecto como en las revistas de videojuegos de los noventa y los dosmiles, el apartado "diversión" ha de estar en el sobresaliente. Porque el mayor valor de Splatoon 3 es el más obvio: ser uno de los juegos más divertidos del año.

Si Splatoon 1 trajo consigo la frescura de la idea de disparar pintura, más que de sobra para gustar tanto a crítica y público, Splatoon 2 apostó por dar una vuelta de tuerca más con Salmon Run, un modo horda al estilo Gears of War divertidísimo en cooperativo.

Pues en la tercera entrega tenemos el refinamiento máximo del modo multijugador, un Salmon Run aún más profundo, y también un modo historia que sigue la estela de los modos historia/tutorial de los otros dos, pero que más concretamente intenta redoblar esfuerzos después de la genial Octo Expansión.

Podremos viajar a la región de Alterna, una urbe subterránea en la que descubrir qué está pasando con los mamiféridos, tal y como ya nos adelantó la propia Nintendo en algún que otro tráiler y video promocional. La Octo Expansión fue notable, pero no dejaba de ser un menú con el que ir de una a otra pantalla o desafío concreto. Alterna se compone de varias islas de tamaño moderado, pero repletas de porquería simbionte que limpiar, secretos que destapar, o mejoras que encontrar para nuestro equipamiento.

Un modo historia exitoso

Este nuevo modo historia es una suma de dos grandes éxitos de Nintendo. Por un lado Alterna cumple una función similar al Castillo de Peach en Super Mario 64, como hub de misiones con algún que otro coleccionable o incluso secretos. Por otro, esos desafíos me han recordado mucho a las pantallas de esa joya que es Captain Toad: Treasure Tracker. Eso sin dejar de tomar como referencia el muy buen trabajo de esos dos modos historia previos y la Octo Expansión.

Basta una única idea o mecánica, como acabar con unos objetivos en movimiento para seguir surfeando un carril de tinta, o usar una bomba teledirigida para jugar al curling, para que el equipo de desarrollo configure un desafío brillante. Las peores os sacarán una sonrisa, las mejores os harán rejugarlas un par de veces.

A esto hay que sumarle unos jefes muy ocurrentes, una historia que se deja contar y un final completamente satisfactorio. Una experiencia que sigue siendo una buena puerta de entrada para lo que ofrece el multijugador, pero que en esta ocasión es mucho más que una carta de presentación.

Si nos vamos al online, Splatoon 3 no intenta inventar nada. Los mapas siguen siendo realmente interesantes, incluyendo zonas móviles o una verticalidad verdaderamente influyente en las dinámicas de juego. Sin ir más lejos, en uno de los mapas hay una estructura elevada y el equipo rival nos masacró gracias a un francotirador. En esa partida, el objetivo además de pintar más que los enemigos, fue también ir al ataque contra este jugador.

En Salmon Run seguimos con esas partidas de oleadas tan cortas y adictivas, añadiendo en esta ocasión un montón de salmónidos jefes. A medida que pasan las rondas el juego se vuelve más caótico, pero de una forma entendible. Siempre sabrás que hacer, pero en tu pantalla pasarán un montón de cosas a la vez. Y, evidentemente, las dinámicas de equipo son la clave para conseguir la victoria.

Los dos modos de juego cuentan con un sistema de progresión que nos da desde monedas para comprar todo tipo de objetos, a ropa, accesorios o tickets para nuevos conjuntos de armas. Es algo que está ahí para añadir un aliciente más a las ya de por sí divertidas partidas de Splatoon 3, pero que no te cambiará la vida. Y no creo que sea malo, de hecho, es una victoria que queramos jugar por el placer de la diversión y no por completar una cartilla de misiones.

Por pedir: no hay otro Salmon Run

Si tengo que destacar algunos puntos flacos de Splatoon 3, supongo que el más obvio es que si no entraste en los anteriores, es complicado que este te convenza. Aunque a decir verdad tiene herramientas como ese genial modo historia, si es que lo tuyo no son los modos online competitivos, o el remozado Salmon Run. Pero es evidente que las mecánicas en el núcleo del juego son prácticamente idénticas a los anteriores.

Nintendo ha traído un juego de cartas llamado lucha carterritorial, bastante bien pensado y con muchas referencias a la tradicional lucha territorial, pero que no puede aspirar a ser ese nuevo Salmon Run. Se agradece, pero no es un salto de esa magnitud en la cantidad de formas con las que disfrutar del juego.

En ciertas pantallas del modo historia, las más exigentes, se nos pide una finura en el control que Splatoon a veces no llega a ofrecer. Si no dominas el juego con giroscopio, o si usas el apuntado con joysticks, se te hará muy frustrante. No es ningún problema para completar el título, pero sí que podría haberse retocado un poco este aspecto.

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Splatoon 3 quizás no ha estado haciendo tanto ruido como otros títulos esperados para este año para Switch como la nueva generación Pokémon o Bayonetta 3, pero es sin duda un valor seguro. Nintendo mejora los pocos puntos flacos que tenía el videojuego, le da mayor profundidad y no da pasos atrás en lo que ya funcionaba.

Por diversión pura, quizás es el juego del año en Switch. Otras experiencias te darán más acción, más historia, o más mecánicas concretas. Pero Splatoon 3 es un título directo, que sabe lo que quiere y que lo consigue.

La fórmula sigue fuerte.
Alternia es mucho más que un tutorial.
Salmon Run, éxito en Splatoon 2, llega renovado.
Con amigos, es de lo más divertido que hay hoy en día.
Lucha carterritorial no es tan potente como Salmon Run en su día.
El control podría ser un poco más fino.

La ficha completa

  • Título: Splatoon 3
  • Desarrolla: Nintendo
  • Distribuye: Nintendo
  • Idioma: Textos en español
  • Fecha de lanzamiento: 9 de septiembre de 2022
  • Plataformas: Nintendo Switch
  • Precio: 59,99 €
Comentario
José Ángel Mateo Albuerne
Razablan  - Director

Desde que tengo uso de razón, me apasionan los videojuegos. Tan importante como esa Game Boy Pocket con el Pokémon Azul fueron todas las Hobby Consolas y Nintendo Acción que leí de pequeño.

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