Será a finales de 2020 cuando podamos disfrutar de Playstation 5 y ver, con nuestros propios ojos, cuánta potencia es capaz de reproducir. Por el momento, sabemos, de entre muchas cosas, que PS5 portará una GPU con Ray Tracing y una CPU muy rápida, además de un SSD que elimina por completo las pantallas de carga y mandos con vibración háptica.
Los creadores de Eastshade opinan que los componentes que estructuran la Playstation 5 surgen como una evolución del hardware actual, de Playstation 4, y no de una revolución de componentes nuevos que harán que la consola sea única.
El director del juego de mundo abierto, Danny Weinbaum, comentó lo siguiente sobre el sistema en una reciente charla para GamingBolt: "Muchos juegos ya tienen todo lo que necesitan en la memoria, por lo que no afectaría mucho en este ámbito, pero será útil para los títulos de grandes mundos abiertos que requieren una constante transmisión de contenidos y assets. Creo que la adición del SSD realmente no afectará mucho el rendimiento general de un título. Principalmente reducirá los tiempos de carga. Se trata de una evolución, no de una revolución".
Habrá muchos cambios, eso está claro. Pero, según Weinbaum, no estamos frente a ninguna revolución, sino ante una progresión que llevará al sistema de Sony al siguiente nivel, con capacidades mayores y con la posibilidad de representar muchas más cosas; más objetos en pantalla e incluso una IA más avanzada.