La toxicidad y League of Legends siempre han ido de la mano y desgraciadamente no se ha podido poner una solución eficaz a muchos de los problemas existentes con estas conductas. Las quejas sobre jugadores tóxicos no han cesado desde la Temporada 1 y la situación no ha mejorado con los años. El equipo de desarrollo ha anunciado nuevas sanciones, pero para muchos jugadores es, en el mejor de los casos, una bofetada en la cara y, en el peor de los casos, un castigo... para los jugadores que no son tóxicos.
Nuevas sanciones en el próximo parche
Las nuevas sanciones son bastante simples. Los jugadores tóxicos sancionados en sancionados en rankeds, ya no podrán volver a este modo de juego antes de haber jugado una cierta cantidad de juegos en otros modos de juego (a ciegas, con selección de rol, ARAM, el modo de rotación como el caso URF o el Arena), con buen comportamiento. Los jugadores objeto de estas sanciones son aquellos que abandonaron juegos, estuvieron AFK, tuvieron intearon a propósito o flamearon en el chat.
Hasta el momento, los desarrolladores no han explicado qué significa buen comportamiento. ¿Significa esto que el jugador debe recibir honores por al menos un aliado con el que no hace dúo para que el juego cuente como buen comportamiento, o simplemente significa jugar partidas sin flameos y sin trolleos evidentes, es decir, sin jugar cosas como Yuumi jungla o Braum medio con limpiar/smite? Se darán detalles sobre este tema de aquí al lanzamiento del parche, pero incluso si esta detección de buen comportamiento se hace de forma inteligente, esto no impide que muchos jugadores crean que esto no solucionará absolutamente nada, y que no se trata sólo de un parche para tapar este problema.
¿Por qué no es una buena idea y cuáles son las soluciones que deberían tomarse?
Los jugadores que no juegan rankeds en League of Legends ya no quieren recibir a los jugadores más tóxicos de SoloQ. Es una reacción perfectamente comprensible, estos jugadores no han hecho nada malo y además de los jugadores potencialmente tóxicos que ya hay en sus partidas, ahora corren el riesgo de tener también jugadores tóxicos de soloQ. Para muchos, Riot Games sólo está trasladando temporalmente el problema a otro hilo, pero eso no ayudará a combatir la toxicidad a medio o largo plazo.
Sin embargo, se podrían contemplar otras soluciones. El matchmaking podría equilibrarse para que haya tantos jugadores de autorfill en cada equipo. Es importante entender que un jugador de Diamante en top no será necesariamente tan bueno en un ADC (aunque juegue con personajes como Vayne o Quinn).
Si además se encuentra con una mano de ADC de Diamante, probablemente perderá la línea(y si gana el carril, probablemente será un sup o jungla diff). A menudo ocurre en una partida igualada que un equipo acaba con uno o dos jugadores que no juegan en el rol que ellos quieren, mientras que el equipo contrario no tiene ninguno.
Esto crea directamente un ambiente potencialmente tóxico, donde los jugadores en su posición principal tienen la impresión de que sus aliados han sido boosteados, sobre todo si los adversarios no están especialmente por encima del nivel general del juego. En un modo de juego en el que el objetivo es hacerlo lo mejor posible, empezar con esta desventaja desde el draft no fomenta la tranquilidad, que es lo que más se busca.
Y si a esto le sumas que puede repetirse unas cuantas partidas seguidas, podrías acabar con un jugador cuya inclinación, aunque nunca excusable, llega a ser comprensible. Corregir esto podría contribuir en cierta medida a reducir la frustración de algunos jugadores y, por tanto, los posibles cabreos o tilteos.
Otra posible solución sería adoptar un sistema similar al de DOTA 2. En el título de Valve, los jugadores, por supuesto, tienen su clasificación, su MMR pero también una puntuación de comportamiento. Por lo tanto, los jugadores no sólo se equiparan por nivel, sino también por su comportamiento.
De esta manera, las personas más tóxicas jugarán entre ellos y aquellos que tienen una mejor conducta tienen menos posibilidades de encontrarse con los invocadores más flamers. La gran desventaja de esta medida es que podría aumentar considerablemente el tiempo de espera para encontrar un juego, dado que se debe agregar un nuevo parámetro de selección. También cabe señalar que esta medida tampoco eliminó por completo la toxicidad del soloQ de DOTA 2, pero por otro lado, si hubiera una solución milagrosa, todos los editores de juegos competitivos la implementarían.