La llegada de Pokémon Escarlata y Púrpura ha supuesto muchos cambios para una saga que necesitaba cuanto antes una renovación. Aunque haya un orden lógico en el que enfrentar los gimnasios, nos encanta poder enfocarnos a la tarea que más nos apetece y decidir cuál será nuestra aventura. Sin embargo, no todas las transformaciones han sido igual de bien acogidas por la comunidad y ha habido una particularmente dolorosa. Nos referimos a la eliminación de Pokérus, un virus que podía afectar a nuestro equipo. Suena a enfermedad grave, pero en realidad ayudaba mucho a los entrenadores.
¿Qué era exactamente el Pokérus y por qué ha sido eliminado?
La mecánica de Pokérus siempre ha sido algo confusa –o directamente desconocida– para los jugadores menos dedicados a la saga. Se trataba de una infección (la palabra surge al combinar virus y pokémon) que podía afectar a las criaturas salvajes y se contagiaba a nuestro equipo al luchar contra ellas. El problema es que la probabilidad de encontrarse con un espécimen que tuviera la enfermedad era del 0,0046%. En números, esto es una opción entre 21.845. Si nos lo llevamos a un terreno práctico, ni siquiera pasándonos los nueve juegos principales de la saga ‘del tirón’ tendríamos la seguridad de encontrarlo una sola vez.
Aunque al tratarse de un virus –y más con la experiencia que tenemos– tener un pokémon infectado parece una noticia pésima, la relación entre el pokémon portador y el agente infeccioso era simbiótica. No se generaba malestar entre las criaturas afectadas por esta condición, si no que el Pokérus les permitía crecer más fuertes. Su efecto en los videojuegos era aumentar la ganancia de Puntos de Esfuerzo, de tal modo que sus estadísticas en combate crecieran de forma más rápida y aumentase su desempeño sin requerir tanto entrenamiento. Por eso, todos aquellos que sabían cómo funcionaba querían tener al menos una criatura infectada en su PC.
Además, el Pokérus podía curarse si simplemente teníamos al pokémon tres o cuatro días (reales) en nuestro equipo; aunque existía la posibilidad de que en este tiempo contagiase al siguiente miembro de la formación. Es decir, si lo teníamos en el segundo hueco del equipo, podría contagiar al pokémon que estuviera en el cuarto espacio. Como es una condición netamente positiva, los jugadores la utilizaban a su favor para tratar de que todos los miembros de su equipo terminasen infectados.
Incluso había una pequeña triquiñuela que podía mantener a nuestras criaturas con el Pokérus durante tiempo indefinido, que consistía en enviarlo al PC antes de las 00:00 hora local. Los días que el pokémon infectado pasaba en el sistema de almacenamiento no contabilizaban para su curación y, aunque al superar la enfermedad se mantenían sus efectos positivos, dejaba de ser contagiosa. Era algo bastante ventajoso, especialmente cuando no disponíamos de tantas vitaminas y objetos para mejorar automáticamente a las criaturas y todo el entrenamiento había de hacerse de forma manual.
Esta mecánica tenía varios problemas. En primer lugar, no querríamos estar en el pellejo de ningún niño que encuentre un pokémon afectado por una misteriosa enfermedad y no sepa cómo reaccionar. No fueron pocos los que relatan en las comunidades en línea que dejaron libres a varias criaturas después de que contagiasen a sus equipos o cómo se asustaron tras descubrir esta condición. Además, los juegos daban cada vez menos información al respecto, lo que generaba todavía más sustos. Esta situación, unida al contexto de pandemia global, quizá haya hecho que los desarrolladores quisieran eliminarlo de Escarlata y Púrpura.
Adicionalmente, el Pokérus ya no tenía demasiado sentido en el contexto de la saga. Más allá de ser una buena oportunidad para explicar las relaciones simbióticas entre virus (o bacterias) y otros seres vivos, sus efectos en la jugabilidad no eran necesarios. Cada vez tenemos más ítems para mejorar a nuestros pokémon, pudiendo dejarlos preparados para combates competitivos sin que apenas hayan tenido que pasar por situaciones de pelea contra otros entrenadores NPC o criaturas salvajes. Quizá por ese motivo casi ningún jugador lo echará de menos más allá de la nostalgia.
En cualquier caso, Pokérus sigue existiendo en el código del juego, aunque no tiene efecto ninguno en las partidas. Este podría ser un indicativo de que, incluso si no está presente en Pokémon Escarlata y Púrpura, quizá regrese a la saga en próximas ediciones de los videojuegos.