El cambio de copa ha marcado una nueva era en la historia de League of Legends. Sin embargo, ni toda la carga simbólica de ver a Faker perdiendo la primera final en la que se repartía el nuevo trofeo se compara con el choque de realidad protagonizado por Beryl. El apoyo de DRX, primer jugador en clasificarse a tres finales del mundo consecutivas lejos de T1, tenía a su alcance un logro todavía mayor: convertirse en el primer profesional que gana dos campeonatos mundiales sin haber pisado la que todavía es la organización más exitosa de todos los tiempos.
El jugador que personifica un cambio histórico para League of Legends
Hasta ahora, cinco jugadores habían logrado levantar en dos ocasiones la Copa del Invocador. Un palmarés liderado por Bengi y Faker con tres títulos cada uno y, siguiendoles de cerca, los compañeros con los que compartieron equipo en sus años más exitosos. Bang y Wolf lograron la doble corona con los triunfos de 2015 y 2016 y Duke era la nota discordante. El top laner formaba parte del SK Telecom T1 que ganó el campeonato en 2016 y disputó cuatro partidas con Invictus Gaming, donde era suplente, que le sirvieron para sumar su segundo trofeo en 2018.
El doble campeonato del mundo de Beryl tiene un mérito especial al haberlo conseguido con dos equipos diferentes, pero sobre todo reafirma un fin de ciclo. En un año en el que Faker ya ha visto cómo dejó de ser el mejor en todo después de que Xiaohu y Ming le superasen en títulos del MSI, es el logro de un support Coreano el que pone encima de la mesa un cambio histórico para la competición de League of Legends. Sería absurdo negar la posibilidad de que T1 vuelva a ganar viendo su rendimiento en los últimos dos años, pero también creer en que algún día volverá a ser ese equipo que doblegaba al mundo con una constancia pasmosa.
En un League of Legends menos proclive a grandes dinastías y equipos repitiendo éxito, le queda por delante a Beryl la posibilidad de igualar en títulos a Faker y Bengi. No lo tendrá fácil el support coreano, que a sus 25 años aún tiene League of Legends por delante. Sin embargo, habiendo conseguido tanto en los apenas cuatro años que lleva en la élite, tampoco vamos a es impensable que pueda conseguirlo. De momento, ya ha conseguido atentar a la razón llevándose los Worlds 2022 y robado una fiesta que no parecía preparada para él.