Team Liquid apostó el todo por el todo este año al hacerse con los servicios de Jensen y cubrir su principal problema, la calle central. Por segundo año consecutivo, Doublelift y compañía se llevaron las dos temporadas de la LCS, pero el objetivo sigue siendo el mismo: demostrar el nivel en Worlds. Damwon, por su parte, ha demostrado su nivel coreano en el Play-In, pero ahora toca mostrárselo al resto.
¿Será el año de Norteamérica?
Liquid se hizo con una composición de teamfight y combo que casi data del Mid Season Invitational de hace seis meses mientras Damwon fijó cinco campeones muy potentes y con sentido en su juego. Vladimir de escalado (clepto-preferencia), Veigar en bot y un combo Yasuo-Gragas que podía dar miedo en las peleas grupales que tanto le gustan a Team Liquid.
Pero Nuguri mostró su potencial de coinflip en esta pelea. Aunque Impact optó por un campeón nerfeadísimo como Aatrox, la compra de la Hoja del Verdugo hizo que las curaciones del vampiro no surtieran el efecto deseado por toplaner de Damwon y fuera un sumidero de presión a favor de los norteamericanos.
Team Liquid no ganaba de manera rotunda las peleas grupales a causa de la filia de sus jugadores de estamparse contra la E de Veigar, pero Damwon tampoco aprovechaba esto para hacer lo propio. La asignación de líneas tan pobre de los coreanos tampoco era un factor a favor de su victoria, e impidió que el tercer seed de la LCK consiguiera una ventaja económica sólida.
Todo se acabó cuando Nuguri testó demasiado los límites de su aguante frente a Impact en la calle superior mientras el resto de Team Liquid hacían la pinza desde la calle central, posibilitando una pelea limpia para ellos y un Nashor posterior. Tuvimos tiempo de ver una nueva pelea en la que Doublelift dio un golpe sobre la mesa y se llevó una cuadrakill definitiva.