Una de las incógnitas de estos Worlds 2019 es qué cara de Invictus Gaming vamos a ver. Tras llevarse el Campeonato Mundial del pasado año, han tenido una temporada de verano para olvidar en la LPL china, aunque han conseguido clasificarse in extremis en el regional de su liga. AHQ vuelve a un torneo internacional para demostrar que la LMS puede hacer daño aún tras llegar al fin la época Flash Wolves.
Un asedio muy poderoso
Desde el draft quedaron claras dos cosas: que Invictus Gaming quería dominar desde las líneas y jugar una composición basada en el asedio, y que AHQ apostaba por las peleas al hacerse con cinco campeones con escasa limpieza de oleadas. Basándonos en esto, hacía falta una machada de los de la LMS para que los vigentes campeones no se llevaran la victoria si todo iba de acuerdo al plan de cada equipo.
Leyan, el jungla que entró al equipo tras los problemas con Ning, realizó un juego temprano dantesco. Con presión en todas sus líneas, Invictus Gaming no se hizo los primeros cangrejos ni pudo plantear una visión acertada en torno al río. De ahí llegaron un par de asesinatos para un AHQ que confió en las rotaciones del Nautilus de Ysera para agitar la partida.
Pero a pesar de que Leyan siguió haciendo de las suyas con un varias ofensivas sobre el Gnar de AHQ y que esto posibilitó que estos realizaran un intercambio de dos torres y dragón por tan sólo una de sus estructuras defensivas, Invictus sigue atesorando mucha calidad. Rookie comenzó a ser un factor decisivo con Jayce y gracias a sus bolonchos empezaron a seleccionar las peleas más favorables o incluso asediar objetivos.
La partida se ralentizó e Invictus empezó a jugar en torno a su jugador franquicia. Si a ese Jayce sumamos Ezreal, Gangplank y Gragas, además de la nula limpieza de oleadas de los de la LMS, en cuanto los chinos se hicieran con una ventaja, no la iban a soltar. Y así sucedió.