En apenas un par de años, pasamos de que Riot Games fuera la desarrolladora de League of Legends y ya, a ser una de las editoras más pujantes del videojuego moderno. El lanzamiento de Valorant, la independencia de Teamfight Tactics o la salida de Legends of Runaterra precedieron al desembarco de hace un año de Arcane, la serie de producción propia del estudio californiano.
Pero mientras estos bombazos copaban los titulares, Riot presentó también Riot Forge, una iniciativa de publicación de estudios independiente. El plan es el siguiente: dejar que estudios pequeños pero con experiencia en ciertos géneros, pudieran crear experiencias completables dentro del mundo de Runaterra. Y todo arrancó con Ruined King y Hextech Mayhem, dos juegos interesantes e incluso destacables por su frescura.
Pero desde hace un año, todo está en standby para ojos de los jugadores. El 16 de noviembre se lanzaron al mercado Ruined King y Hextech Mayhem, así como se actualizó la información disponible sobre CONV/RGENCE y se presentó Song of Nunu de los españoles Tequila, sin olvidarnos de ese misterioso nuevo proyecto sobre la región de Demacia, sin título ni desarrollador. Y desde entonces ni mu.
Riot Forge sigue con nosotros
Esa presentación, que fue emitida a través de diversos canales de Riot Games, coincide con el primero de los detalles importantes del asunto. En noviembre del pasado año se marcha de la compañía la que era por aquel entonces la directora de Riot Forge, Leanne Loombe. Yo mismo conocí a esta mujer, ya que estuvo presente en la entrevista que MGG España realizó a Joe Madureira, responsable de Ruined King.
Riot Forge tiene desde entonces a un nuevo director, como es Andrew Hoffacker. Tras trabajar como productor durante casi 13 años en Activision a cargo de Call of Duty y Guitar Hero, llegó en septiembre de 2019 a Riot Games. En este tiempo ha pasado de productor senior, a director de producción en Riot Forge y, finalmente, director de Riot Forge.
Por lo tanto, la marca está lejos de estar abandonada. Cuenta con empleados trabajando en los distintos proyectos y, que no haya noticias públicas, no ha de ser indicio de que algo malo esté pasando de puertas para adentro. Aunque merece la pena repasar el cuello de botella que tiene Riot Forge a la hora de lanzar nuevos videojuegos.
Anuncios tempranos y sin fechas
Empecemos recordando lo que pasó con Ruined King. El RPG por turnos de Airship Syndicate basado en la Ruina de Viego fue anunciado en octubre de 2020 y estaba planeado que llegase durante el evento de los Centinelas de la Luz en League of Legends... Pero finalmente aterrizaría el 16 de noviembre de 2021, cuando ya todos estábamos con Arcane y el MOBA había cerrado la historia del Rey Arruinado. Hextech Mayhem fue anunciado y lanzado al mercado.
Si seguimos la línea temporal, el siguiente título es CONV/RGENCE, el plataformas con Ekko como protagonista y desarrollado por Double Stallion. El anuncio se produjo durante un evento presentado por Geoff Keighley hace ya dos años y sólo hemos tenido novedades hace un año, en la presentación de Riot Forge de noviembre de 2021.
Llegamos ahora a Song of Nunu. El juego de Tequila que nos llevará a Freljord de la mano de Nunu y su yeti Willump, parecía bastante encaminado según lo mostrado en esa presentación, que fue el anuncio del mismo. Desde entonces no hemos tenido noticias oficiales, más allá de que Tequila fue adquirido por Tencent, la misma empresa que tiene el accionado mayoritario de Riot Games.
Se llegó a filtrar que saldría durante el mes de marzo, concretamente el día 30, pero finalmente no hubo comunicación oficial. También apareció en el PBE un pack celebrando el lanzamiento del juego durante el mes de abril. Pero ni fecha, ni lanzamiento, y estamos en septiembre. No sería una locura pensar en un anuncio "¿lo quieres?, lo tienes" al estilo del RPG de Airship Syndicate para noviembre.
A Riot Forge le ha vuelto a pasar lo mismo que con Ruined King. El desarrollo de videojuegos no suele adaptarse bien a los plazos y los retrasos están a la orden del día. No hay razones para pensar mal, pero sí que queda claro que coordinar la maquinaria de tantos departamentos dentro de Riot Games, es complicado.