Hubo una época en la que Riot Games no sabía que hacer con una posición en League of Legends que deambulaba sola por la Grieta: La Toplane. A lo largo de todos estos años, este rol siempre ha estado ligado a tanques o luchadores, y muy pocas veces veíamos campeones con mucho daño o asesinos debido a que este rol lo ejercían mejor otros personajes dentro del juego.
Y es que normalmente es la propia comunidad la que comienza a sacar elecciones muy novedosas y sorprendentes, como es el caso de Janna, Karma, Kayn o incluso Lee Sin. Pero esta vez hablaremos de uno de esas composiciones que enturbió a toda una generación de jugadores, un asesino de daño mágico que se pasó al lado oscuro y fue odiado por todos por lo roto que estaba. En efecto, hablamos de Ekko y su build de tanque en la Temporada 6.
Ekko tanque, el principal monstruo a batir en la Season 6
Nos remontamos a la Temporada 6, un año en el que el Heraldo de la Grieta llegó al juego y los dragones comenzaron a ser diferentes en cada partida, provocando que los objetivos fueran algo mucho más importante durante los primeros compases de duelo. A su vez, cambiaron una nueva cantidad de campeones y personajes que se han convertido en clásicos actualmente como Taliyah o Jhin, aterrizaban por primera vez en el MOBA de Riot.
Pero había una posición que estaba bastante perdida, y era básicamente por el mal nivel que tenían los tanques: El Carril Superior. Al no haber un campeón decente, fue la propia comunidad la que decidió trastear con diferentes campeones que tuviesen un daño decente, pero que a su vez llegaran a aguantar todo lo posible como para acabar una pelea con una buena cantidad de vida. Es ahí cuando llegó Ekko, que gracias a su pasiva y W, el campeón se convirtió en un verdadero quebradero de cabeza para los Toplaners rivales.
El Chico que Quebró el Tiempo lo tenía todo: Una fase de líneas decente, una serie de mejoras de daño que la propia Riot le otorgó y lo hacía una mala bestia en early game, un set de habilidades y CC bastante buenos, ya que antes su pasiva, además de daño, también ralentizaba al enemigo. Si a eso le sumas que era un tanque puro y duro con objetos tan fuertes como la Capa de Fuego Solar junto al Guantelete Escarchado, se convertía en una bestia que aguantaba todo lo que le llegase y mucho más, ya que con su definitiva podía estar mucho más tiempo en las peleas grupales.
Esto dejó a Riot entre la espada y la pared durante varios meses, pensando si podía quedarse en el lugar o era mejor sacarlo de ahí. Finalmente, la desarrolladora decidió meterle un par de ajustes a su daño y escalado para que desapareciera de la Toplane y se convirtiera en un asesino de daño puro y duro. Fue bonito mientras duró, pero Ekko Tanque causó furor entre los Toplaners más ágiles del circuito competitivo.