Uno de los grandes problemas que enfrenta Riot Games es que League of Legends no es un solo videojuego. Está claro que hablando en términos estrictos sí lo es. Sin embargo, todos los miembros de la comunidad sabemos que no es lo mismo disputar tus partidas en los rangos más bajos que hacerlo en la zona más elevada de la escalera clasificatoria. Ni las estrategias ni los campeones utilizados se parecen y hay personajes que pueden adaptarse de forma brillante al estilo de juego de los usuarios más habilidosos. Es algo que siempre ha ocurrido, pero que pocas veces hemos visto de una forma tan exagerada como está sucediendo con Draven.
El campeón que temen los mejores jugadores de League of Legends
Draven siempre ha sido considerado como uno de los personajes más difíciles de jugar de todo League of Legends. Su mecánica de recogida de hachas le permite golpear más fuerte a los enemigos y cargar acumulaciones para canjear una cantidad desmesurada de oro la primera vez que consiga una baja. Con estos ingresos extra puede echarse la partida a la espalda. Sin embargo, basta con cometer medio error para que los rivales acaben con él y eviten que haga efectiva su pasiva. De este modo, un campeón que necesita conseguir ventajas para funcionar se queda al borde de lo inútil.
La mayor parte de los tiradores funcionan mejor en los niveles de habilidad más altos ya que todos ellos comparten unas debilidades muy marcadas: son frágiles y cuando un rival les alcanza su esperanza de vida se reduce a apenas dos segundos. Sin embargo y aunque estén unidos por esta característica, hay pocos en los que estos rasgos genéricos lleguen con un beneficio tan importante. En el caso de Draven, conseguir una buena tasa de supervivencia significa hacer un daño monstruoso con cada golpe básico durante todo el resto de la partida.
El cóctel ya es explosivo, pero a esto hay que sumarle un par de circunstancias adicionales. La primera es que jugar sin entregar bajas fáciles al rival depende sobre todo de nuestro buen hacer. Si no fallamos a la hora de elegir nuestra posición y evitamos que las oleadas lleguen a la torre, es prácticamente imposible que los rivales nos den caza. De hecho, una de las características más marcadas de las partidas en Master, Grandmaster o Challenger es el menor número de muertes. En última instancia no hay que olvidar las circunstancias: Draven ahora mismo tiene unas estadísticas bastante elevadas.
La suma de todo lo que hemos dicho hasta ahora ha dado lugar a una situación muy curiosa para los jugadores de League of Legends. Draven es uno de los héroes más destacados en los rangos de mayor MMR. Los jugadores de alto nivel tienen verdadero pavor por él hasta el punto de que, si solo tenemos en cuenta a los miembros de la comunidad de Master hacia arriba, ha sido baneado en el 56,9% de las partidas y tiene una tasa de victorias estratosférica en Diamante o más (53,2%). Por establecer una comparación, en Plata recibe vetos en el 14,4% de los enfrentamientos y no llega a ganar ni en la mitad de las ocasiones que aparece en la Grieta del Invocador.
El próximo parche de League of Legends reducirá de forma tímida el excesivo poder de Draven. Sin embargo, parece ser que este es uno de esos casos en los que Riot Games quiere mostrarse más moderada. Aunque cuando los campeones rinden de forma tan diferente en los diferentes rangos del juego la desarrolladora suele actuar de forma bastante agresiva, no parecen tener miedo a que el campeón más ególatra de todo el videojuego tenga su momento de gloria a estas alturas de la temporada. Habrá que ver si en las siguientes versiones ya apuntando a los Worlds 2022 siguen siendo igual de permisivos.